Reforma Charlene Domínguez
La valía de las licencias que poseen las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) está atrayendo a nuevos jugadores al sector.
Esto sucede tanto para fintechs como Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), que buscan fuentes de financiamiento alternativas al fondeo institucional.
Tener una financiera popular permite captar recursos del público, una actividad clave en la intermediación financiera, por lo que se espera que este 2023 se vean más compras de Sofipos por parte de las fintechs, así como la expedición de nuevas licencias por parte de la autoridad.
“Sí veo a jugadores nuevos buscando una licencia de Sofipo desde cero, y muchas de esas no son necesariamente fintechs, sino Sofomes.
“Sofomes grandes que ya han hecho una buena labor prestando y que lo que quieren ahora es justamente tener la captación tradicional como fuente de financiamiento y no solamente el fondeo institucional”, dijo David Romero, presidente saliente de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares (Amsofipo), en un encuentro con medios.
La licencia de una Sofipo se volvió “muy valiosa” porque permite hacer prácticamente todos los servicios financieros que requieren las personas y muchas de las empresas, según el directivo.
“Las operaciones más tradicionales y menos sofisticadas se pueden hacer con esta licencia: captar recursos del público y con esos recursos transferirlos a la actividad productiva para personas o empresas y además dar servicios.
“Eso hace que prácticamente toda la actividad de intermediación se pueda realizar. En ese sentido vemos hoy mucho apetito, muchos nuevos lugares viniendo al sector”, expuso Romero.
Buen mercado
En el País, al cierre de 2022 operaban 38 Sociedades Financieras Populares. Así es su participación:
8,299,264 clientes
1,045 sucursales
66,368 millones de pesos en activos totales
36,966 millones de pesos en cartera neta
Fuente: Amsofipo
