Para sobrevivir en la transición, que podría prolongarse hasta el segundo semestre del año, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) puso fin a prestaciones de sus trabajadores y a servicios especializados.
Al afrontar un recorte de 70% en el presupuesto de 2025, ya que sólo les asignaron 500 millones de pesos, de los mil 680 solicitados, los comisionados aplicaron ajustes diversos que cancelaron desde el comedor de los empleados hasta el pago de bases de datos requeridas en sus tareas regulatorias.
A diferencia de otros organismos autónomos que habrán de extinguirse este año y que han recibido alguna señal del gobierno respecto al futuro de su personal, en el IFT no hubo, hasta ahora, ninguna directriz sobre la suerte laboral que tendrían sus mil 300 profesionistas de base.