Concesionarios indígenas y afromexicanos que prestan servicios de radio, televisión, Internet y telefonía a comunidades desprotegidas ubicadas por toda la República mexicana, manifestaron su preocupación por un marco regulatorio que garantice su existencia y el acceso a recursos públicos, esto luego de que una reforma constitucional de simplificación orgánica ordenó la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Estos concesionarios operan un centenar de estaciones de radio y algunos de ellos también han construido las primeras coberturas de telefonía celular en regiones que no han sido estratégicas para las grandes compañías del sector, por ejemplo, en Oaxaca.