La inteligencia artificial generativa tiene el potencial de mejorar la ciberseguridad en las empresas, aunque su uso todavía es limitado en esta área debido a la complejidad de los sistemas, la regulación y la falta tanto de recursos como de talento.
Esto es clave porque la protección de los entornos empresariales será una prioridad y necesidad en América Latina durante 2025, ya que la cantidad y evolución de los ciberataques no deja de crecer.