Nucleoeléctrica, empresa a cargo de las tres centrales nucleares de Argentina, eligió a Lumen para implementar una conexión directa a la red de fibra óptica para unir sus plantas con sus oficinas centrales.
La compañía tiene dos de sus instalaciones (Atucha I y Atucha II) ubicadas en Lima, a 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires –donde además se está planeando una nueva instalación, Atucha III– y la tercera en Embalse, en la provincia de Córdoba. Mientras que la sede administrativa se encuentra en Villa Martelli, a minutos de la capital nacional, donde se ubican los sistemas de gestión del negocio.
Una de las redes troncales de fibra óptica de Lumen corre en paralelo con la ruta 9. Para este proyecto, se estableció un sub-trazado que parte a la altura del kilómetro 103, precisamente donde se encuentra la localidad de Lima, hasta las plantas de Nucleoeléctrica. Recorre el lateral de un camino de acceso a las centrales que el gobierno inauguró en 2010. Así, tanto Atucha I como Atucha II quedaron conectadas con fibra óptica directa de alrededor de 50 MB y que desemboca en un equipo de borde (edge) del que la empresa toma el servicio.
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“El peso que tienen las operaciones en Lima es cada vez mayor, por lo que depender de un radioenlace –a pesar de lo mucho que mejoró esta tecnología en los últimos tiempos– o de que no haya inclemencias climáticas para garantizar la conectividad era muy riesgoso”, señala el ingeniero Claudio Baricik, gerente de Tecnología de la Información de Nucleoeléctrica Argentina. “Llegar con fibra soterrada hasta las propias instalaciones era un anhelo que llevaba años de maduración”, admite.
El contrato se firmó en octubre del año pasado y la red está operativa desde abril. Entre los beneficios obtenidos por Nucleoeléctrica se cuentan una alta disponibilidad, escalabilidad (tiene la opción de ampliar hasta tres veces el ancho de banda) y hasta una mejora en la latencia, lo que derivaría en una mejora de la experiencia para los más de mil usuarios que hay en ambas centrales nucleares.
“A pesar de que hoy tenemos una respuesta extremadamente buena, con hasta 4 milisegundos, eso podría reducirse aún más”, agregó Baricik.