La llegada de una comisionada al IFT contribuiría a cerrar la brecha digital, pero se necesita más que buena voluntad del sector: Elena Estavillo
Si la buena voluntad de los actores de gobierno y la industria en México no trasciende la manifestación pública, no se verá ningún resultado para avanzar en la igualdad de género en el sector.
De las siete sillas que existen en el Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ninguna es ocupada por una mujer, aunque muchas de las decisiones de regulación que ahí se toman impactan en la vida de ellas. En busca de avanzar hacia la paridad de género, el Comité de Evaluación escuchó las observaciones de la asociación civil Conectadas y convocó exclusivamente a expertas para ser comisionadas del regulador mexicano.
Al hacerse efectivo que una mujer se integre al IFT por tercera ocasión, su participación sería clave para afrontar los retos del sector, en especial para cerrar la brecha de acceso a la banda ancha, pues “uno de los componentes de esa desigualdad es el de género y parece hasta contraintuitivo que quienes toman decisiones y diseñan políticas no tengan una óptica diversa”, dijo a DPL News María Elena Estavillo Flores, presidenta de Conectadas, organización de mujeres líderes en el sector.
La también excomisionada del Instituto señaló que “tenemos que empezar a atacar esa brecha desde la cúspide para que quienes están encargados de analizar la problemática puedan entender todos los obstáculos que enfrentan las mujeres para tener acceso a las tecnologías y a las oportunidades económicas”.
Según datos del IFT, sólo 33 por ciento de los puestos laborales en el sector eran ocupados por mujeres al cierre de 2018, y ellas representan alrededor de 29 por ciento de los estudiantes inscritos en carreras relacionadas con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), de acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.
Esto refleja que la desigualdad de género en el sector tiene un trasfondo muy amplio e implicaciones en todos los ámbitos de la vida. Existen esfuerzos para “reforzar las vocaciones técnicas en las niñas y no desanimarlas” a estudiar carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas); sin embargo, hay que impulsarlas desde todos los ámbitos a lo largo de su vida. “Es importantísimo no bajar la guardia”, advierte Estavillo.
Aunque las mujeres profesionistas logren concluir su formación en las aulas, al salir se enfrentan a “ámbitos laborales plagados de sesgos: una buena parte de ellos ―hay que reconocerlo―son inconscientes”, afirma. El llamado “techo de cristal” les impide seguir avanzando y llegar a puestos directivos o estratégicos para la toma de decisiones.
Desde ahí, en cargos clave como ser comisionada del IFT, las mujeres pueden aportar una visión dinámica a la regulación y al cese de la brecha digital. “Tener un pleno diverso no haría más que mejorar la toma de decisiones en el órgano colegiado” y promovería “la innovación, la permanencia de las soluciones, la operación, las ganancias obtenidas. Tenemos cada vez mayor evidencia de lo que aportan, pero también hay una resistencia” para abrir los espacios.
Reducir la brecha de género en el ámbito laboral al menos a la mitad generaría un aumento de casi 0.2 por ciento en el PIB per cápita, o lo equivalente a mil 100 dólares adicionales per cápita, de acuerdo con proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos para México hacia 2040.
La presidenta de Conectadas celebra que el Comité de Evaluación, integrado por el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, haya emitido una convocatoria exclusiva para mujeres aspirantes a integrar el IFT y la Comisión Federal de Competencia Económica, pues representa un paso importante para la inclusión de las mujeres.
Pero puntualiza que se debe “revisar en los procesos de selección algunas etapas que siguen generando sesgos inconscientes y que ya están tan identificados en la experiencia internacional, que la verdad es que no deberían seguir existiendo (…); por ejemplo, tener entrevistas de uno a uno sin un protocolo claro genera una desventaja para las mujeres”.
Además, observa que aún falta mucho que abonar a crear entornos menos desiguales para las mujeres tanto en el sector como en otros ámbitos. Desde la industria de telecomunicaciones, “hay empresas que han hecho verdaderos esfuerzos y se ven resultados (…). Por ejemplo, AT&T, desde que entró a México adquiriendo empresas, ha incrementado la participación de mujeres en niveles de alta responsabilidad”.
Sin embargo, “otras compañías necesitan más seriedad porque manifiestan una voluntad de ser más abiertas a la igualdad, pero en realidad cuando una busca cuáles han sido sus acciones concretas a veces no hay y en otras son muy inocuas”, criticó.
Para Estavillo Flores, “si la voluntad no se acompaña de compromiso, acciones sostenidas y buenas prácticas, entonces la verdad es que no vemos ningún resultado”. Lo mismo aplica para el sector público. El IFT “ha tomado más acciones a favor de la igualdad que muchas otras instituciones, pero no creo que haya sido suficiente o con la suficiente crítica.
”Muchas acciones de los actores de gobierno se han quedado en una manifestación pública de buena voluntad. Algunas han tenido resultados concretos, pero muy acotados”. En el caso de las telecomunicaciones, las políticas públicas de las dependencias y organismos específicos del sector deben articularse con las de otras instituciones para garantizar que las mujeres accedan a espacios de poder.
Conectadas realiza un trabajo fundamental en la promoción de una agenda de género en el sector digital; la asociación ha sido clave en la definición de esta convocatoria exclusiva para mujeres a integrar el Pleno del IFT cuando salga el actual Comisionado Presidente, Gabriel Contreras.
Uno de sus proyectos consiste en la elaboración de una serie de lineamientos para que exista igualdad de género en los foros y evitar los muy conocidos paneles de especialistas en el sector, vinculando incluso a mujeres expertas para que asistan a eventos relevantes. Elena Estavillo cuenta que, entre pláticas, muchas de ellas comparten que los organizadores suelen buscarlas a última hora, a sólo dos días de los foros. La brecha de género está tan internalizada que “no hay una conciencia desde el principio” sobre la importancia de otorgarles la palabra.