Colombia avanza hacia la modernización de su regulación en materia de telecomunicaciones.
Con la creación del Sandbox regulatorio, un laboratorio de pruebas de regulaciones, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) de Colombia da pasos para que los operadores tengan flexibilidad para hacer sus negocios, pero principalmente para que los ciudadanos reciban servicios innovadores y de calidad.
Así lo explicó Paola Bonilla, comisionada de la CRC, quien platicó con DPL News sobre el avance que ha tenido dicha institución en los últimos meses a pesar de la pandemia de Covid-19.
La funcionaria colombiana explicó que la creación de un Sandbox regulatorio obedece a que en los últimos años ha surgido una nueva cadena de valor de los servicios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), así como agentes económicos nuevos que se han incorporado con modelos de negocio que antes no existían.
“Queremos incentivar esos nuevos modelos de negocio en ambientes de prueba regulatorios.”
“El Sandbox constituye exenciones regulatorias que se otorgan a un proyecto para probar nuevos modelos de negocio con requisitos regulatorios definidos, alcance geográfico y tiempo definido.
“Es un espacio de juego y descubrimiento. Queremos incentivar esos nuevos modelos de negocio en ambientes de prueba regulatorios. Son modelos que bajo la estructura actual de la regulación no se podrían implementar, por eso entran en el Sandbox”, explicó Bonilla.
En Corea del Sur vieron el ejemplo
La CRC quiere adoptar buenas prácticas regulatorias de otros países. En el caso del Sandbox regulatorio, se trata de una práctica tomada de Corea del Sur, reveló Paola Bonilla.
Explicó que desde 2018 la CRC trabajaba en la identificación de este nuevo modelo de creación regulación como un mecanismo alternativo para fomentar nuevos proyectos y agilizarlos.
Fue en 2019 cuando en un taller de regulación los comisionados de la CRC tuvieron la oportunidad de acercarse a la experiencia de Corea del Sur y decidieron incluir el Sandbox en su agenda de análisis.
“Hicimos un documento de consulta y revisión internacional y surgió una primera propuesta relacionada con iniciativas de conectividad. En 2020, con un segundo documento de propuesta regulatoria, ese Sandbox se extendió a otros temas relacionados con el sector de telecomunicaciones.
“La CRC se está convirtiendo en un regulador innovador al tomar iniciativas, seremos el primer país de América Latina en implementar el Sandbox, no es una iniciativa aislada sino parte de una línea que ha venido desarrollando en materia regulatoria”, comentó Paola Bonilla.
Febrero de 2021: recepción de proyectos para Sandbox
La comisionada Paola Bonilla explicó las cuatro fases del Sandbox regulatorio: la aplicación, evaluación, experimentación y la fase de salida.
Bonilla dijo que actualmente la CRC se encuentra en una “fase cero” o de preparación donde la CRC desarrolla talleres y capacitaciones a los agentes con potencial para participar en este esquema regulatorio. El objetivo es que los interesados puedan entender los fines del Sandbox regulatorio, los requisitos, qué documentación deben presentar, los tipos de proyectos que pueden presentarse y bajo qué criterios.
“La CRC se está convirtiendo en un regulador innovador al ser el primer país de América Latina en implementar el Sandbox.”
El siguiente paso es una primera fase de aplicación del Sandbox a finales de febrero de 2021, cuando la CRC realiza una convocatoria y publica la fecha de recepción de proyectos.
Después de recibir los proyectos son habilitados y pasan a la segunda fase. Deben cumplir con todos los requisitos.
La fase dos es la de evaluación en julio de 2021. En la evaluación de proyectos se revisará si se trata de un tema innovador, que es lo más importante, cuáles son los beneficios para los usuarios, que tenga una necesidad demostrada y se tomará en cuenta la experiencia del proponente.
La siguiente fase es la de experimentación, que se prevé ocurra a principios de septiembre de 2021. Los proponentes deberán determinar los riesgos de los proyectos, establecer salvaguardas en conjunto con la CRC, se harán indicadores de éxito que se deben concertar con la propia Comisión, trabajo de autoridades de vigilancia y control.
Finalmente, la CRC expedirá actos administrativos particulares donde se autoriza esa fase de experimentación. La fase de salida dependerá de cada proyecto.
Después de ese proceso, le corresponderá a la CRC gestionar las conclusiones y trabajar en la transición al marco regulatorio, en caso de que haya funcionado la regulación de prueba.
Regulación inteligente para proyectos innovadores
La comisionada Paola Bonilla explicó que los proyectos que se prueben en el Sandbox regulatorio deben ser realmente innovadores. Al consultarle qué tipo de servicios se esperan, reveló algunos ejemplos.
Pueden llegar proyectos que tengan soluciones de conectividad en regiones apartadas, envío de paquetes postales a través de drones, redes comunitarias de conectividad, Internet de las cosas o modelos de negocio que usen tecnologías emergentes.
“El Sandbox regulatorio abre la posibilidad de usar tecnologías emergentes, pero también modelos de negocio sencillos, sin uso de tecnologías emergentes pero sí puede ser un modelo innovador que bajo la regulación actual no podría funcionar”, comentó.
Finalmente, el término “regulación inteligente” se ha usado en muchos países, pero en la CRC es una estrategia integral que incluye la simplificación regulatoria, reducir cargas regulatorias, generar espacios de autorregulación, uso de tecnología para mejorar regulación y uso de datos para mejorar la regulación, incluidos los esquemas experimentales como el Sandbox.
Covid-19 evidencia brecha digital de género
Para la comisionada Paola Bonilla es importante que desde el regulador, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, la industria y el gobierno trabajen en conjunto para erradicar no sólo la brecha digital, sino la brecha digital de género.
Dijo que la pandemia ha destruido trabajos con los cuales las mujeres se sostenían; las tecnologías y las telecomunicaciones son una oportunidad para reivindicarse.
“Las mujeres aportan 37 por ciento del PIB mundial, incluido el trabajo no remunerado, que genera 11 billones de dólares a nivel mundial. La crisis ha destruido puestos de trabajo donde las mujeres han venido desempeñándose, por ejemplo, alojamiento, comercio minorista o manufactura. La pandemia ha afectado de manera más sensible a las mujeres.
“Se estima que la crisis dejó a las mujeres 1.8 veces más vulnerables que a los hombres. Hay que hacer esfuerzos importantes en materia digital para contener el impacto que ha tenido esta crisis”, comentó.
México es una referencia
Paola Bonilla dijo que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de México ha sido una referencia en América Latina. Reconoció que el trabajo del IFT ha permitido mayor competencia y beneficios para los usuarios.
“México ha adelantado análisis importantes en los últimos años, incorporando criterios fuertes en regulación, en materia de competencia en temas digitales, mejora normativa, de participación ciudadana, entre otros, que se han tomado como referencia de la región”, concluyó.