El proceso tedioso y lento de abrir una cuenta bancaria tradicional ha sido uno de los puntos débiles más comunes del sistema financiero de Jamaica durante muchos años.
Antes de abrir cuentas bancarias o realizar cualquier negocio con instituciones financieras, las instituciones deben recopilar cierta información sobre los clientes para verificar sus identidades y el origen y uso de los fondos. El Banco de Jamaica (BOJ) requiere esta información para garantizar que las instituciones financieras cumplan con los estándares internacionales y no se utilicen para facilitar el lavado de dinero u otros delitos financieros. Los requisitos se denominan “Conozca a su cliente” o KYC.
Si bien es necesario, KYC a menudo conduce a que algunos segmentos de la sociedad queden excluidos del sistema bancario formal, ya que es posible que las personas no puedan proporcionar toda la documentación requerida por las instituciones.
Estos requisitos, a veces estrictos, son parte de la razón por la cual muchos jamaicanos siguen sin tener acceso a servicios bancarios o con servicios bancarios insuficientes. Los no bancarizados se refieren a individuos que no tienen acceso a los servicios de un banco o institución financiera similar. En contraste, el subbancarizado se refiere a las personas que tienen una cuenta bancaria pero que en su mayoría dependen de los servicios financieros informales para satisfacer sus necesidades.
Pueden surgir muchos problemas por no tener suficientes servicios bancarios. Uno de los temas más apremiantes es la seguridad. Si una persona no tiene una cuenta bancaria, podría recurrir a mantener ese dinero en casa, lo que presenta muchos riesgos de seguridad y protección. Además, no hay forma de realizar un seguimiento del historial financiero de una persona sin una cuenta bancaria válida, lo que podría resultar problemático al solicitar préstamos, becas o ayuda financiera.
Los avances en tecnología financiera, como las billeteras digitales, han avanzado en el aumento de la inclusión financiera. Han ayudado a más personas a unirse al sistema bancario formal al eliminar las barreras que les impedirían participar en el sector financiero. Las billeteras digitales facilitan a los usuarios la creación de cuentas y el acceso a una plataforma digital que brinda servicios financieros. Una billetera digital es como una billetera normal que almacena dinero, identificación y tarjetas, pero solo en forma digital.
Lynk, la última billetera digital de Jamaica, solo requiere que los usuarios carguen una identificación con foto emitida por el gobierno (licencia de conducir, identificación de votante o pasaporte) y una copia de su número de registro fiscal (TRN) para crear una cuenta. La aplicación también recopila datos biométricos para evitar el acceso no autorizado a su dinero para mayor seguridad. El proceso simplificado de Lynk desbloquea para todos los jamaicanos mayores de 18 años el acceso a un lugar seguro para guardar su dinero y la capacidad de aceptar y enviar transacciones digitales gratuitas al instante.
La aplicación Lynk también se puede descargar gratis en las plataformas Android e iOS y no tiene un requisito de saldo inicial mínimo. Los clientes pueden crear cuentas con cero dólares y beneficiarse de un Bono de Bienvenida especial de $250.00 cuando reclaman el código de referencia de un amigo o un LYNKNOW250 en la sección de Recompensas de la aplicación. La aplicación brinda a las personas no bancarizadas/subbancarizadas un registro formal de sus hábitos de gasto que se utilizará para iniciar el proceso de acceso a servicios financieros más tradicionales, como préstamos. Además, en las próximas semanas, los clientes tendrán la opción de financiar o retirar fondos de la billetera a través de la red NCB ABM, también de forma gratuita.
Lynk es actualmente la única billetera digital aprobada por el banco central (CBDC) de Jamaica. Una vez que Jamaica lance su CBDC, JAM-DEX, los clientes deberán descargar la aplicación Lynk para tener acceso a la moneda. La inclusión financiera es un proceso continuo, pero avances como las billeteras digitales han revolucionado el sector bancario y han permitido que más personas accedan a los beneficios de ser parte de la economía formal.