Las inversiones en infraestructura para la banda ancha fija y móvil disminuyeron 11 por ciento en 2019 hasta los 11 mil 410 millones de coronas (unos mil 242 millones de dólares), en comparación con el año pasado, de acuerdo con datos de la Autoridad de Correos y Telecomunicaciones de Suecia (PTS).
No fue 2019 un buen año para el sector sueco, pues también atravesó su primera caída de ingresos en nueve años. En el primer semestre, la industria reportó ganancias por 15 mil 068 millones de coronas, una cantidad dos puntos porcentuales inferior a nivel interanual.
Sólo en la banda ancha fija la inversión descendió 10 por ciento hasta 9 mil 790 millones, mientras que en las redes móviles la baja fue más dramática con 16 puntos porcentuales menos hasta los mil 620 millones de coronas. Para los próximos años, PTS prevé que el gasto de capital siga atravesando disminuciones similares.
Aún así, el regulador dijo que se espera un leve impacto de la pandemia de Covid-19 en el desarrollo de la banda ancha en el país a corto plazo. La expansión de las redes continúa en medio de la contingencia y se pronostica que siga así, a pesar de que algunos participantes del mercado están tomando sus reservas.
Sin embargo, a largo plazo el panorama sobre los efectos de la emergencia sanitaria es incierto, admitió PTS. “Una demanda más débil de conexión de banda ancha puede afectar las inversiones del mercado y, por lo tanto, también las oportunidades para alcanzar los objetivos de banda ancha”: ese sería uno de los escenarios posibles, señaló.
Otro escenario, con un impacto positivo, sería que la pandemia generara una mayor demanda de servicios de alta capacidad, por lo que sería más importante que los operadores continuaran con la expansión acelerada de infraestructura.