En las recientes semanas se han celebrado en México diversos foros sobre 5G y transformación digital, con expertos y empresas de alto perfil a nivel regional, en donde hemos oído sobre los avances y los retos del camino a la digitalización.
Pero hay un tema en particular que ha llamado mi atención desde hace varios años, y que durante un panel sobre ciudadanía digital del Mobile 360 de la GSMA Latin America se abordó. Me refiero al de la brecha de conocimientos digitales que existe en el país y, en general, en la región.
México es un claro ejemplo de esa brecha de conocimiento digital y, por lo tanto, de subutilización del Internet, pues a pesar de que las personas conectadas tienen la gran oportunidad de utilizar la banda ancha para generar ingresos, estudiar, montar su propio negocio, y en general hacer actividades relacionadas a un beneficio económico, se ha utilizado prácticamente sólo para comunicación y entretenimiento.
El 18° Estudio sobre los Hábitos de Personas Usuarias de Internet en México 2022 de la Asociación de Internet MX así lo demuestra. De las actividades que realizan las personas en Internet, las principales fueron enviar mensajes (88.4%), acceder a redes sociales (87.2%), escuchar música (72.4%), y ver películas y series (71.2%).
Sólo el 25.1 por ciento de los encuestados dijo que ha utilizado Internet para tomar algún curso, pero en ninguna parte de la encuesta aparece un rubro como “crear mi propio negocio/empresa”, “desarrollar mi propia tienda en línea”, o algo similar.
Pero eso no es culpa de los internautas, sino de la falta de políticas públicas que le enseñen a los mexicanos, incluso desde los niveles básicos de educación, a emprender y utilizar el Internet para actividades distintas al entretenimiento y la comunicación, que insisto, no es que sea algo negativo, pero no es lo único para lo que sirve la banda ancha.
José Luis Peralta, funcionario del IFT, ejemplificó durante su participación en la mesa de ciudadanía digital del Mobile 360 Latin America, con un caso de una señora en Michoacán que le gustaba cocinar y abrió su canal de YouTube como pasatiempo, pero que logró tal cantidad de seguidores que ahora tiene ingresos económicos por hacer sus videos.
La banda ancha, sin duda, cambia vidas y es una herramienta que permite impulsar la economía de las personas, países y regiones, pero no lo hace sola, sino que hay que aprovecharla y no mantenerla subutilizada.
En México y América Latina deben sí continuar con los esfuerzos para cerrar la brecha de cobertura de redes, pero al mismo tiempo los gobiernos deben de reforzar de manera urgente sus esfuerzos para cerrar la brecha de conocimiento digital.
Hay que hacer que más gente no sólo viva en Internet entreteniéndose y comunicándose, sino que viva del Internet como la plataforma llena de conocimiento y de oportunidades para cambiar la realidad económica de las personas.
Muchos de alguna manera han descubierto que pueden tener sus pequeños negocios al vender productos en Facebook o por WhatsApp, no es que no se haga, pero sí que falta más capacitación y fomentar esas otras actividades productivas que en la encuesta de la Asociación de Internet MX sólo aparecen de manera muy tímida.
La excomisionada María Elena Estavillo, quien también participó en la mesa que mencioné antes, lo resumió perfecto al señalar que sin la inclusión y la educación en temas digitales, en lugar de cerrar la brecha digital se abrirán y ampliarán nuevas brechas como la de conocimiento.