Intel fabricaría los chips de gama baja de Apple para Mac e iPads
El plan de Apple contempla que Intel comience a enviar su procesador M de gama más baja hacia el segundo o tercer trimestre de 2027.
Apple ya se decantó por Intel para que le fabrique chips de gama baja para sus dispositivos Mac y iPad.
Desde hace tiempo circula información en el mercado sobre la posibilidad de que Intel se convierta en un proveedor de fundición de nodos avanzados para Apple, pero la visibilidad al respecto se había mantenido baja.
Sin embargo, encuestas recientes de la industria indican que esta posibilidad ha mejorado significativamente, sugiriendo un avance en la relación entre ambos gigantes tecnológicos.
De acuerdo con analistas, este movimiento es crucial para Intel Foundry Services (IFS), marcando un hito que podría cambiar su perspectiva a largo plazo.
Información hecha pública en diversos medios especializados aseguran que Apple firmó un acuerdo de confidencialidad con Intel y ha obtenido el Kit de Diseño de Proceso (PDK) 0.9.1GA del nodo avanzado 18AP.
Los proyectos clave de simulación e investigación están avanzando según lo esperado, y Apple está a la espera de que Intel lance la versión final del PDK (1.0/1.1), prevista para el primer trimestre de 2026.
El plan de Apple contempla que Intel comience a enviar su procesador M de gama más baja, utilizando el nodo 18AP, hacia el segundo o tercer trimestre de 2027, aunque el cronograma está sujeto al progreso del desarrollo tras recibir el PDK final.
Hay que recordar que el procesador M de gama más baja de Apple se utiliza actualmente en productos como el MacBook Air y el iPad Pro, con un volumen combinado de envíos de aproximadamente 20 millones de unidades estimado para 2025.
Aunque los envíos podrían verse afectados en 2026 por un nuevo modelo de MacBook más asequible con un procesador de clase iPhone, se espera que los envíos de este chip se mantengan entre 15 y 20 millones de unidades tanto en 2026 como en 2027.
Esta decisión de Apple muestra un fuerte apoyo a la política de “Hecho en EUA” impulsada por la administración de Donald Trump, además de que la empresa necesita asegurar una segunda fuente de suministro para cumplir con los requisitos de gestión de su cadena, a pesar de su gran dependencia de TSMC.