Industria llama a crear regulación a prueba de futuro

Reguladores y operadores de telecomunicaciones de América Latina coincidieron en que las normas deben ser colaborativas y flexibles para ser a prueba del futuro y el acelerado cambio tecnológico. 

En el marco del Congreso Latinoamericano de Transformación Digital (CLTD 2024), Lizania Pérez, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones (Comtelca) mencionó que los reguladores deben revisar de forma constante sus marcos normativos, porque las nuevas tecnologías afectan la forma como se prestan los servicios. 

Se necesita un nuevo estilo de regulación colaborativa. “La regulación debe ser técnicamente realizable, legalmente procedente y económicamente sostenible”, resaltó. 

Lizania Pérez pidió revisar las leyes que ya no tienen sentido, son onerosas o ya no cumplen sus objetivos.

En su turno, Ana Eugenia Rodríguez, directora de Competencia y Miembro Suplente del Consejo Directivo de la Superintendencia de Telecomunicaciones de Costa Rica (Sutel), coincidió en que el diseño regulatorio debe ser colaborativo, flexible y con objetivos claros. 

Los esquemas regulatorios tradicionales no se prestan actualmente para reaccionar a un entorno más competitivo, dinámico e innovador. 

También llamó a analizar las normativas vigentes, porque la regulación sólo es necesaria cuando existen fallas en el mercado. 

La regulación debe ser racional, eficiente y revisable cada cierto tiempo. 

Ramiro Camacho, comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones de México (IFT), reconoció que existe la duda de si se deben aplicar las mismas reglas de los servicios tradicionales para los mercados digitales, porque éstos tienen mayor incertidumbre. 

Camacho mencionó que existen ideas viejas que funcionan: tener acceso a servicios de calidad, a precios asequibles y en condiciones de competencia efectiva. Por eso, siguen vigentes los esfuerzos por reducir las barreras a la competencia.

Horacio Romanelli, director de Asuntos Regulatorios y Sostenibilidad de Millicom, llamó la atención sobre normativas de los años noventa que siguen vigentes para mercados y servicios diferentes en el siglo XXI.

Pidió que la regulación esté basada en principios y no en detalles descriptivos. Adaptabilidad para revisión, flexibilidad y colaboración público-privada. “Si no trabajamos juntos nos equivocamos”, reflexionó. 

Romanelli detalló que el sector de las telecomunicaciones busca eficiencias, por lo que la regulación determina esa frontera de eficiencia, la posibilita o la perjudica.

Finalmente, Pedro Bentancourt, vicepresidente Económico de Asuntos Externos y Regulatorios de Vrio, recordó que el cambio en el sector telecomunicaciones es evidente. 

Refirió que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil reconoció la convergencia tecnológica y la entrega diferenciada del servicio de video. 

Explicó que la televisión satelital no es dominante a otras formas de video en línea. 

Dicha regulación de la Anatel permitió que la asimetría regulatoria en el sector audiovisual se equilibrara a los servicios de video on demand para reducir las cargas regulatorias.