Desde su fundación hasta este 2022, en el que celebra su 40 aniversario, la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet) ha observado el dinamismo del sector y sus cambios a un ritmo acelerado.
Por eso, Maryleana Méndez, secretaria General de la asociación, afirma en entrevista con DPL News que el principal desafío de la Asiet es promover una regulación y política pública “a prueba de futuro” en América Latina.
Es decir, que sea lo suficientemente flexible, inclusiva y sostenible para responder a las necesidades de la conectividad y la transformación digital en el corto y largo plazo, para lograr que los beneficios de la tecnología se reflejen en el desarrollo económico y el bienestar social.
Maryleana Méndez destaca que, para lograrlo, se requiere “visualizar a las telecomunicaciones en su justa dimensión”, dado que son la base para la transformación digital y tienen un efecto transversal en los diferentes sectores productivos.
Sin ellas, aunque no son la única condición necesaria, ninguna herramienta ni servicio digital sería posible, como quedó demostrado ante la pandemia de la Covid-19. Las normativas y políticas públicas deben ser consistentes con esa premisa, advierte la Secretaria General de la Asiet.
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Hacia el futuro, señala que la elaboración e implementación de la regulación y las políticas digitales deben considerar la transversalidad, involucrando a diferentes actores del ecosistema para impulsar al ecosistema digital en su conjunto.
No sólo las autoridades de telecomunicaciones o de las TIC en los países de la región deben involucrarse en la promoción del sector y la transformación digital, sino también los distintos Ministerios o entidades de Estado similares, desde la cartera de educación hasta la de economía, por ejemplo.
En última instancia, Méndez resalta que esto se refleja en el bienestar de la población, pues la transformación digital aumenta la productividad y competitividad de los países y, asimismo, mejora las condiciones de acceso a servicios públicos, tales como la salud y la educación.
Por eso, la organización tiene entre sus prioridades la necesidad de acompañar a los operadores y las autoridades latinoamericanas en el diseño de políticas y marcos regulatorios que permitan el crecimiento del sector.
Durante la crisis provocada por el coronavirus, se hizo aún más evidente que las telecomunicaciones tienen una importancia vital para la economía y la sociedad, ya que ayudaron a salvar vidas y evitar que las economías colapsaran debido al confinamiento y la paralización de actividades.
A medida que los gobiernos avanzan en sus planes y proyectos en la llamada nueva normalidad, y la población aprende a vivir aún con la pandemia, las telecomunicaciones se manifiestan como un elemento esencial para la recuperación económica de América Latina.
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Sólo en 2020, la economía de la región se contrajo 7.7 por ciento debido a los efectos de la pandemia. Aunque el impacto se ha atenuado un poco, las organizaciones como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe estiman que las secuelas provocadas por la Covid-19 tardarán varios años en desaparecer si no se toman medidas inmediatas, en las cuales están involucradas las telecomunicaciones y las TIC.
Acceso al espectro, el desafío que persiste
En el marco del 40 aniversario de la Asiet, Maryleana Méndez detalla que la asociación identifica retos puntuales en la región que no son especialmente nuevos, sino que llevan varios años en la agenda y sigue siendo urgente trabajar en ellos y resolverlos.
Sin duda, “el desafío número es el tema del acceso al espectro”, sostiene. El sector necesita que esté disponible en cantidades suficientes para permitir el adecuado despliegue de las redes de telecomunicaciones y, además, que las licitaciones para acceder a este recurso radioeléctrico no persigan fines recaudatorios sino objetivos de expansión de conectividad.
Además, igual de importantes que las nuevas asignaciones de frecuencias, las renovaciones de licencias de espectro en la región requieren una especial atención, asegura la Secretaria General de la Asiet.
Otros de los retos que observa Méndez son la simplificación regulatoria y el análisis de impacto regulatorio respecto de las medidas y decisiones que se toman, pues deben velar por ser a prueba de futuro, inclusivas y sostenibles.
Si bien cada país latinoamericano tiene sus particularidades, la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones considera que estos temas son pendientes para toda la región, por lo que en el futuro su agenda contempla trabajar de la mano con las autoridades, congresistas y otros actores relevantes para eliminar barreras a la inversión e impulsar el desarrollo del sector.