La cadena de suministros que se interrumpió con la pandemia puede presentar una oportunidad para que Europa recupere la soberanía en algunas áreas estratégicamente importantes.
Por eso, para la industria móvil, la Comisión Europea debe darle prioridad a las acciones que busquen la soberanía digital y el liderazgo económico al tiempo que se asegura de que todos los actores de la economía digital defiendan los valores europeos. Así lo detalla el informe “Soberanía, resiliencia y confianza. Fortalecimiento de la economía digital europea después de Covid-19” realizado por la GSMA.
Europa ya entendió que la conectividad es el “bloque de construcción más fundamental de la transformación digital”, pero el continente “debe garantizar que la infraestructura y los servicios digitales no sean definidos exclusivamente por empresas extranjeras cuyos intereses no son los suyos y sobre las que tiene una autoridad limitada”.
Para la industria móvil, que aplaude las iniciativas para la recuperación, “Europa puede salir más fuerte de la crisis de la Covid-19, y la conectividad jugará un papel fundamental”. En el documento, la GSMA aclara que, a largo plazo, se debe considerar dónde se debe orientar la inversión, reconociendo que es posible que la actividad económica no vuelva a los niveles anteriores a la crisis en los próximos años.
También detalla que un sector de telecomunicaciones debilitado por una excesiva regulación crónica podría estar expuesto a un mayor control extranjero.
El estudio destaca tres áreas en las que se necesitan políticas decisivas para impulsar a Europa hacia una mayor autodeterminación digital y liderazgo tecnológico:
Infraestructura de telecomunicaciones: con iniciativas como garantizar la no discriminación en las asignaciones de espectro, fomentar el intercambio de redes, eliminar la inflación de precios en las frecuencias, fomentar la competencia en la cadena de suministros y seguridad en las redes, y facilitar el despliegue de infraestructura
Economía digital: fomentando la nube distribuida y una infraestructura de borde para Europa, garantizando una nube de borde móvil interoperable, revisando el enfoque para definir mercados relevantes, creando un entorno regulatorio más armonizado para IoT y fomentando el uso de datos de red para la innovación.
Nuevo contrato social: reduciendo la brecha digital, abordando las amenazas de seguridad cibernética, y promoviendo la transparencia y combatiendo la desinformación.