Un grupo de fiscales generales de Estados Unidos y 37 estados demandaron a Google, de Alphabet Inc., alegando una supuesta conducta monopólica relacionada con su tienda de aplicaciones Play Store.
De acuerdo con Reuters, las acusaciones sobre la Play Store provienen de una investigación que involucró casi todos los estados y que comenzó en septiembre de 2019.
La queja menciona que Google aprovecha su poder con Android para mantener ilegalmente su monopolio en el mercado de distribución de aplicaciones.
Los estados, encabezados por Utah, Nueva York, Carolina del Norte y Tennessee, argumentan que Google ha generado enormes márgenes de ganancia de la Play Store al participar en tácticas ilegales y preservar los monopolios en la venta de aplicaciones de Android y productos integrados en la aplicación.
Según la demanda, en Estados Unidos, Google Play representa el 90 por ciento de las aplicaciones de Android descargadas.
La demanda también menciona que Google compró a los desarrolladores para que no apoyaran las tiendas de aplicaciones de la competencia, y a través de numerosos proyectos secretos tenía la intención de pagarle a Samsung Electronics para que dejara de competir.
Asimismo, señala que algunas aplicaciones usan las herramientas de pago de la compañía y le dan a Google hasta el 30 por ciento de las ventas de productos digitales. “La comisión extravagante, ha obligado a los fabricantes de aplicaciones a subir los precios y a los consumidores a gastar más”.
Los estados quieren que los consumidores recuperen su dinero, pidieron sanciones civiles y un monitor impuesto por la corte para garantizar que Google facilite el proceso para que los consumidores, desarrolladores de aplicaciones y fabricantes de teléfonos inteligentes usen o promuevan alternativas a la Play Store y el sistema de pago oficial durante 20 años. Además, buscan detener los pagos de Google a Samsung y a los desarrolladores.
El Fiscal General de Utah, Sean Reyes, manifestó que Google “debe dejar de usar su poder monopólico y su posición de mercado dominante para aprovechar ilegalmente miles de millones de dólares adicionales de compañías más pequeñas, competidores y consumidores más allá de lo que debería pagarse”.