A la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) le faltan casi 3 mil millones de dólares para financiar el retiro y reemplazo de los equipos de Huawei y ZTE de las redes de telecomunicaciones de Estados Unidos.
La Presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, envió una carta al Congreso en la que expone que se necesitan 2 mil 800 millones de dólares más para cubrir los gastos del programa de reembolso para sustituir la tecnología china, considerada “un riesgo a la seguridad nacional” en el país norteamericano.
De acuerdo con las estimaciones del organismo, otorgar recursos a los pequeños operadores y los proveedores de banda ancha para instituciones educativas, de salud o no lucrativas requiere de un total de 4 mil 700 millones de dólares.
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Sin embargo, el Congreso sólo asignó mil 900 millones a la FCC para llevar a cabo esta tarea, lo cual deja a la institución con un importante déficit. Si no se asignan fondos adicionales, Rosenworcel advirtió que únicamente se podrá reembolsar a los proveedores alrededor del 39.5 por ciento de los costos.
En su carta a Maria Cantwell, presidenta del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Congreso, Jessica Rosenworcel hizo hincapié en que la agencia considera que los recursos aprobados no son suficientes para atender todas las solicitudes de reembolso aprobadas bajo los criterios de elegibilidad.
Además, la presidenta de la FCC puntualizó que las empresas han reportado aumentos en los costos de reemplazo de los equipos chinos, debido a las limitaciones en la cadena de suministro, la inflación y la necesidad de completar sus proyectos dentro del plazo de un año que marca la ley.
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En 2020, el Congreso asignó a la agencia los mil 900 millones de dólares para financiar el programa de reembolso. El órgano regulador tenía que repartir ese dinero entre los operadores elegibles, aquellos que recibieron partidas del Fondo de Servicio Universal para llevar banda ancha a zonas rurales.
La FCC declaró la tecnología china de Huawei y ZTE como una amenaza a la seguridad nacional y prohibió a los operadores de redes que han recibido subsidios seguir usando los equipos de estas compañías.
Aunque la restricción se dio desde 2019, el proceso no ha avanzado debido a las limitaciones financieras y operativas. Y mientras no reciban el financiamiento, las empresas no están obligadas a avanzar en el reemplazo de los equipos chinos de sus redes de telecomunicaciones.
En medio de la guerra con China, los proveedores estadounidenses ya habían advertido que sustituir los equipos de Huawei y ZTE de sus redes requeriría cuantiosos recursos, pues esta tecnología representaba una alternativa asequible para desplegar sus servicios, especialmente en las zonas rurales y de difícil acceso.
Incluso, la Asociación Europea de Telecomunicaciones Competitivas prevé que las afectaciones económicas se extiendan a los mercados europeos y de manera global al desarrollo de los proyectos 5G.