LACNIC 41 | Fair Share en América Latina: empresas de Internet advierten riesgos a usuarios y neutralidad de la red

Las empresas de Internet y sus organizaciones insisten en los riesgos que, desde su punto de vista, generaría el Fair Share al ecosistema digital en su conjunto.

La discusión sobre adoptar modelos de Fair Share (o contribución justa) para el sostenimiento de las redes de telecomunicaciones se intensifica en América Latina, impulsada por el debate en Europa, las consultas públicas que ha hecho Brasil y los análisis que apenas se pincelan en otros países.

Y a medida que eso sucede, las empresas de Internet y las organizaciones que las representan insisten en los riesgos que, desde su punto de vista, generaría el Fair Share al ecosistema digital en su conjunto.

En una mesa de diálogo al respecto durante LACNIC 41, evento que se realiza en la ciudad de Panamá, Alessandro Molon, director ejecutivo de la Alianza para una Internet Abierta en Brasil, afirmó que la creación de una tasa por el uso de las redes no es un camino que deba seguir la región.

“La imposición de una remuneración extra por el mismo servicio no encuentra una justificación concreta; por otro lado, lo que vemos son los graves riesgos para el ecosistema digital que esta iniciativa trae, incluso para las empresas de telecomunicaciones que se benefician con más consumidores dispuestos a pagar para tener acceso a contenidos y servicios en línea”, advirtió.

“Quien ofrece servicios de disponibilidad de contenido en la red ―agregó― incentiva el crecimiento de las empresas de telecomunicaciones, que por su parte son necesarias para el consumo de contenidos y servicios en línea. Esto no debe ser visto como una competición sino como una colaboración que da para ambos lados”.

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Alessandro Molon detalló que los riesgos asociados al Fair Share abarcan daños a la neutralidad de la red, a la competencia y la competitividad de miles de pequeños y medianos proveedores de Internet.

Basilio Rodríguez Pérez, presidente de LAC-ISP, la Federación de Asociaciones y Cámaras de Proveedores de Internet de América Latina y el Caribe, coincidió en que los pequeños proveedores se verían afectados, pero se mostró abierto a explorar otras formas en las que las empresas de Internet contribuyan a la conectividad.

“Nosotros no somos contrarios a que las empresas de contenido paguen algún impuesto o participen de algún fondo universal. Pero no (concordamos con la idea de) hacer acuerdos entre empresas. Tiene que ser algo que no afecte la neutralidad de la red de ninguna forma”, sentenció.

Como es sabido, en la discusión sobre Fair Share hay dos polos opuestos: las empresas de Internet y los operadores de telecomunicaciones. Los segundos promueven que los reguladores y formuladores de política pública consideren que la industria de las grandes tecnológicas también debe abonar al despliegue y mantenimiento de las redes.

Esto debido a que las plataformas digitales son las principales generadoras de tráfico en las redes, y se prevé que el consumo aumente significativamente en los próximos años.

Alejandro Adamowicz, director de Tecnología de la GSMA en América Latina, señaló que 74 por ciento del tráfico en la región proviene del video y 80 por ciento tiene origen en las plataformas digitales.

Sin embargo, aunque son los principales beneficiados de que los operadores construyan redes más extensas y robustas, las empresas de Internet como Meta, Amazon o Netflix no contribuyen de manera justa a las inversiones que se requieren.

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Mientras tanto, las empresas de telecomunicaciones enfrentan una enorme presión por las inversiones que necesitarán cubrir a futuro para aumentar la capacidad de sus redes y responder a las demandas de consumo.

A esto se suma la baja de ingresos que ha experimentado el mercado en los últimos años y las cargas tributarias que pesan sobre este sector, advirtió Adamowicz.

Las telcos, de la misma manera que las compañías de Internet, ya se unieron para defender su posición común. En febrero de este año, empresas como América Móvil, Telefónica, Millicom, Liberty Latin America, Algar, ATN, Altice, WOM y TIM hicieron un llamado a los gobiernos de la región para que las tecnológicas contribuyan al financiamiento de las redes.

Para esta industria, está claro que el modelo de inversión actual es desequilibrado y se requieren nuevos esquemas flexibles, los cuales beneficiarían al ecosistema en su conjunto, incluyendo a la propia industria de Internet.

Sin embargo, las empresas de Internet y sus asociaciones consideran que no existen justificaciones reales para el Fair Share. De todas maneras, el debate sigue abierto y los reguladores no darán carpetazo a esta discusión pronto mientras están atentos a cómo se desenvuelve el asunto en la Unión Europea.

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