El Salvador | Empresa Chivo fue creada con fondos públicos de la CEL

El Salvador Jorge Beltrán

El 24 de febrero de 1999, la Comisión Ejecutiva del Río Lempa, CEL, y la Compañía de Luz Eléctrica de Ahuachapán, Sociedad Anónima de Capital Variable (CLEA, S.A. de C.V.), decidieron fundar ETESAL, S.A. de C.V. (Empresa Transmisora de El Salvador).

Menos de 10 meses después de que ETESAL hubiese sido fundada, esta empresa y CEL fundaron la sociedad Inversiones El Salvador No. 1, que 22 años después ha sido renombrada como Chivo, Sociedad Anónima de Capital Variable.

Chivo es la empresa que está tras la aplicación del mismo nombre, con la cual, desde este martes 7 de septiembre, los salvadoreños que ya la utilizan pueden hacer transacciones con la moneda virtual Bitcoin, cuya implementación ha sido duramente rechazada a nivel nacional y criticada en el ámbito internacional.

Así pues, Chivo, S.A. de C.V. es el nuevo nombre de la empresa Inversiones El Salvador No. 1, que en ese entonces el presidente de CEL y José Ernesto Gálvez Orellana (quien entonces era apoderado general administrativo de ETESAL) constituyeron el 12 de octubre de 1999 con un capital social de 20 mil colones, de los cuales, 19,900 fueron aportados por CEL.

De acuerdo con documentos disponibles en el Registro de Sociedades, del Centro Nacional de Registros (CNR), la empresa propietaria de la aplicación Chivo ha sido constituida con fondos de CEL, una “institución oficial autónoma de servicio público”, tal como es denominada en la escritura de constitución de la sociedad a la cual le cambiaron nombre el pasado 19 de agosto, a las 5:00 p.m., ante los oficios de la notario Any Cristy Argumedo Campos.

Quiénes son los administradores de Chivo

Ese mismo día, solo que una hora antes, el representante de la empresa ETESAL, Edwin Patricio Núñez Alguera, y Ludwing Macdonald Valdez Grande, representante legal de CLEA, S.A. de C.V., decidieron nombrar al administrador único, propietario y suplente.

En el primer cargo nombraron a Raymond Francisco Villalta Alfaro, de 28 años, quien según el sitio Portal de Transparencia es director suplente del Instituto Salvadoreño de Turismo, en representación del Ministerio de Turismo; en su currículo se afirma que es licenciado en Psicología de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.

Como muchos de los actuales funcionarios, Villalta Alfaro también fue parte del partido FMLN; fue postulado como parte del Concejo Municipal para la ciudad de San Salvador, cuando la efemelenista Jaqueline Rivera se postuló como alcaldesa capitalina en 2018. Si embargo, Villalta Alfaro decidió abandonar las filas del FMLN y se pasó al partido Nuevas Ideas cuando Nayib Bukele fue expulsado de ese instituto político.

Mientras que como administrador único suplente fue nombrado Óscar Mauricio Figueroa Torres, de 27 años (Ver gráfico).

Infografía: El origen de la Wallet Chivo

Según el sitio Portal de Transparencia, Figueroa Torres funge actualmente como Director Ejecutivo de la Secretaría Técnica para el Financiamiento Externo, dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores.

De acuerdo con su currículo publicado en el referido sitio, es licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Centroamericana, José Simeón Cañas, UCA, y ha trabajado en la Superintendencia del Sistema Financiero y en la Presidencia de la República.

Así pues, Villalta Alfaro y Figueroa Torres son los administradores de la sociedad Chivo, cuyo mayor accionista es ETESAL, una sociedad creada con fondos de la CEL.

ETESAL es parte del Grupo CEL que cuenta con otras tres empresas filiales: Geotérmica Salvadoreña (LaGeo), Inversiones Energéticas (INE) y la Compañía Eléctrica Cucumacayán (CECSA), según documentos oficiales.
De acuerdo con los documentos oficiales, del Grupo CEL, ETESAL es la empresa que, al 2017, tenía más empleados: 478.

Esas cuatro sociedades son de carácter privado, no obstante que en la constitución de las mismas, la CEL ha aportado la mayoría de capital social, según consta en documentos oficiales. A pesar de ello, la Corte de Cuentas de la República no ejerce una fiscalización directa sobre la administración y funcionamiento de las mismas.

Hace algunos meses, cuando el Diario El Salvador (medio fundado por el Gobierno) comenzó a operar, el actual presidente de la Corte de Cuentas, Roberto Antonio Anzora Quiroz, advirtió que si una empresa maneja o recibe un centavo de fondos públicos debía ser fiscalizada.

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