La Prensa Gráfica Gabriela Villaroel
La empresa española Indra Soluciones Tecnologías de Información, encargada de desarrollar el sistema de voto electrónico para la diáspora, no estará obligada a dejar al país los equipos informáticos que se usarán en los centros de votación para la diáspora en 2024, según acordaron los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El pasado 26 de julio, el TSE firmó finalmente el contrato con Indra por un valor de $41.1 millones, después de un cuestionado proceso de selección que culminó en la contratación de la oferta más cara y con menor puntaje, y violó la ley de compras públicas por alterar su oferta en medio del proceso de selección.
Pero antes de suscribir este acuerdo con representantes de Indra, el 18 de julio, el TSE acordó aprobar una petición de la empresa para no dejar los equipos informáticos y máquinas de votación a El Salvador después de los comicios.
“La empresa Indra pondrá sus propios equipos para las elecciones en el exterior, así que de eso no quedará nada para el país. Solo entregarán una USB al final, con los resultados”.
Técnico del TSE, en condición de anonimato.
Así, según el contrato, Indra está obligado a recibir y manejar componentes tecnológicos; sin embargo, no está obligada a dejar ninguno de estos insumos para futuras elecciones en El Salvador, a pesar del alto costo del contrato.
“La empresa pondrá sus propios equipos para las elecciones en el exterior, así que de eso no quedará nada para el país. Solo entregarán una USB al final, con los resultados”, aseguró un técnico del TSE a LA PRENSA GRÁFICA.
Según otro ejecutivo del TSE, las ofertas que fueron rechazadas, Voatz y el consorcio de tres empresas EVoting Solutions, sí incluían un componente tecnológico que dejaba todas las máquinas de votación más el sistema de voto electrónico para futuras elecciones.
Movilización de equipo
El organismo colegiado se reunió con Indra el pasado 25 de junio, como parte de un primer acercamiento para trabajar en el diseño e implementación del sistema de voto electrónico.
Entre los acuerdos que alcanzaron, según comentaron dos fuentes del TSE, está el compromiso de Indra para movilizar el equipo tecnológico desde la casa matriz de la compañía, en España, al resto de países, para el voto presencial de salvadoreños en el exterior.
“Indra se ha comprometido a mover desde la fuente a los distintos puntos del mundo sus máquinas y luego retirarlas”, afirmó un empleado del TSE.
Sin emabargo, un técnico cuestionó por qué no entrarán los equipos a El Salvador para asegurar la auditoría de las máquinas y la puesta a cero de l sistema. “En el proceso, ellos dijeron que se comprometían a cumplir el plan logístico del TSE, dentro de El Salvador”, indicó.
Y es que, según el informe final del Panel de Evaluación de Ofertas al que tuvo acceso este medio, Indra afirmó que “sí cumplirá” con el requisito de recibir equipos en el Almacén de Zona Franca en El Salvador, transportar estos equipos hasta el aeropuerto Internacional de El Salvador, y garantizar el embalaje de los dispositivos e infraestructuras necesarias para los centros de votación en el extranjero.
Sin embargo, el mismo documento incluye una disposición que permite “realizar los trámites y actividades correspondientes para el envío al TSE, de acuerdo a las condiciones establecidas por el TSE”.
Otro técnico consultado por este medio consideró que traer los equipos a El Salvador podría elevar el costo de la operación, y no lo consideró indispensable. “Se trata de computadoras simples, solo se van a conectar a un servidor y no debería haber problemas”, indicó.
Los magistrados del TSE aún tienen pendiente contratar al menos tres auditorías para el sistema del voto en el exterior (vex), el registro electoral de salvadoreños en el extranjero, y el escrutinio final de las elecciones de 2024.