El mundo hiperconectado en 2030

La enfermedad Covid-19 es un parteaguas para el mundo. No es por mucho la peor pandemia en la historia de la humanidad (pues ha habido otras como la Peste Negra o la Gripe Española, que mataron a más de 50 millones de personas), pero sí es la primera en la cual estamos altamente comunicados y preparados con cierta tecnología digital para continuar nuestra vida.

La realidad es que la economía se hubiera afectado mucho más sin la digitalización.

Hemos visto que los operadores móviles están aprovechando sus redes y negocios para apoyar a los clientes y las sociedades que luchan durante la pandemia.

Hay esfuerzos encomiables en todo el mundo y, por supuesto, en México, que han incluido ampliar la cantidad de voz y datos en los planes y los prepagos, así como proporcionar acceso gratuito a la educación y/o servicios de salud.

El punto es que la transformación digital se ha acelerado en tres meses lo que se pensaba hacer en dos años.

Debido a que es un asunto de salud y a que las características de la enfermedad son el altísimo nivel de contagio, que es un virus pesado y no viaja por el aire, pero que vive muchas horas o hasta días en superficies, se adaptaron rápidamente las medidas con esas características (máscara, sana distancia, esterilización de superficies, etc.). Todo esto derivó en confinamiento y trabajo remoto.

La digitalización ha sido un factor mitigante en la forma como la sociedad ha manejado los impactos del brote. Sin embargo, con varios países que ya están en recesión, los operadores deben fortalecer más sus redes para un futuro inmediato que ya se ha acelerado, como mencioné antes, y proyectar su negocio y participación en la sociedad. O sea, cómo deben verse en cinco o 10 años.

Ya hay países que están tan conscientes de estos cambios de nueva normalidad que sus agendas de trabajo se explican por sí solas:

El 7 de mayo de 2020, el gobierno de Corea del Sur aumentó enormemente su compromiso de invertir en la economía digital. Su nuevo proyecto es un acuerdo para la creación de empleo y la respuesta a la Covid-19 se enfoca en establecer infraestructura de Inteligencia Artificial (IA) y redes 5G, la promoción de la industria sin contacto y la digitalización social.

Estos son los puntos focales de su plan.

1. La mejora continua de la infraestructura de datos.

2. Mayor recopilación y utilización de datos para la conveniencia del público.

3. Establecimiento y despliegue temprano de infraestructura 5G.

4. Promoción de convergencia 5G.

5. Expansión de datos e infraestructura de IA.

6. Convergencia de IA en todas las industrias.

7. Preparación para más servicios sin contacto.

8. Mejora de la red de seguridad cibernética y en la nube.

9. Digitalización de componentes de infraestructura antiguos.

10.  Establecimiento del sistema de servicio de logística digital.

Todo ya están caminando al futuro.

Entonces, ¿cuál es el camino a seguir en los próximos años?, ¿cómo va a ser nuestro mundo en 10 años o más?, ¿cómo enfrentaremos pandemias, cambios geológicos, calentamiento global, guerras, alimentación, educación, sobre población, inequidad, justicia…?

La humanidad ha dependido tanto para su desarrollo en los últimos 150 años de la interacción social, que hemos engendrado las grandes urbes con los problemas que conllevan (contaminación, estrés, inseguridad, espacios limitadísimos y muy caros para vivir y trabajar).

Hemos construido carreteras, ferrocarriles y aeropuertos para conectar estas ciudades, grandes y complicados cuerpos de policía para mantenernos seguros, redes logísticas para surtir alimento, agua y luz en estas zonas híperpobladas, o sea, nuestra conectividad ha sido más física que digital y eso ha creado muchos problemas. 

Por esta falta de conectividad digital, requeríamos de concentración humana física y, por ello, el dinero se invertía más en cosas físicas como obras de infraestructura, puentes, caminos, etcétera.

La pandemia nos ha ayudado a abrir los ojos. Pero así nacen los grandes cambios.

Yo pienso que las inversiones están cambiando ya de forma radical para este 2021.

Creo que ahora buena parte de este dinero se está centrando en infraestructura digital. O sea, armaremos un mundo hiperconectado sin tener que movernos mucho, donde la automatización hará que la productividad y la eficiencia sean exponencialmente mejores. Por ello, pienso que lo que se invierta en obras físicas será diferente y conllevará una muy buena parte de inversión digital.

Entonces, las tecnologías digitales estarán listas para apoyar los esfuerzos dedicados a lograr una recuperación económica ante cualquier impacto como una pandemia o desastres naturales.

Y esta recuperación será ecológica, apuntalando el trabajo y el aprendizaje remotos sin interrupciones, impulsando las ciudades inteligentes con bajas emisiones de carbono y ayudando a las industrias a ser más productivas y energéticamente eficientes.

dplnews guillermo solomon jb140221

“Veo un mundo donde las zonas rurales estarán híperconectadas y generando muchísima más riqueza.”

— Guillermo Solomon —

No en 10 años, quizá en 20, el tamaño de las ciudades comenzará a disminuir dramáticamente.

Veo un mundo donde las zonas rurales estarán híperconectadas y generando muchísima más riqueza.

Si todo mundo está conectado y tiene herramientas suficientes para su trabajo, entonces no habrá que desplazarse tanto ni concentrarse en las grandes ciudades. Esto va a beneficiar mucho el desarrollo suburbano y rural y disminuirá de forma sistemática el tráfico de autos y de gente, y también los riesgos de contagio de enfermedades.

Considero que 5G y la fibra óptica como base, junto con la IA, el Big Data, la robótica, la Nube y la Internet de las Cosas, serán un motor de crecimiento fundamental para lograr la innovación en los mercados verticales, como agricultura, manufactura, transporte, salud, educación, turismo, servicios de gobierno, etcétera.

Ya podemos ver ejemplos de gobiernos que están apuntalando hacia allá. Por ejemplo, el gobierno chino está instando a los operadores móviles a aumentar los programas de inversión 5G, y el regulador chileno actualizó las regulaciones de antenas para impulsar el despliegue de infraestructura 5G al reducir los tiempos de aprobación de permisos.

Ya se están dando los pasos hacia una digitalización acelerada.