El modelo mayorista exclusivo (wholesale-only): un habilitador clave para la era 6G
Mientras Europa sigue avanzando hacia la implementación total de 5G, la próxima frontera ya se vislumbra en el horizonte: 6G será mucho más que una simple actualización tecnológica. Será una red inteligente, inmersiva y programable, capaz de adaptarse en tiempo real a las necesidades de los sectores industriales, los entornos urbanos y las aplicaciones críticas.
Esta transformación exige un replanteamiento radical de los modelos de infraestructura. En particular, la lógica tradicional de la competencia basada en infraestructura —sustentada en múltiples redes verticalmente integradas— corre el riesgo de convertirse en un obstáculo mayor.
El modelo wholesale-only, hasta ahora marginal en el sector móvil, está emergiendo como la única arquitectura capaz de sostener los objetivos industriales, económicos y ambientales de la era 6G.
Según estimaciones recientes, se requerirán más de 400 mil millones de euros en inversiones de aquí a 2030 para completar la transformación digital de Europa, y una parte creciente de esos fondos deberá destinarse a modernizar las redes móviles para prepararlas para 6G.
La Comisión Europea, a través del programa Hexa-X, prevé que 6G exigirá una densidad de antenas cinco a diez veces mayor que 5G, para soportar frecuencias en ondas milimétricas, latencias inferiores al milisegundo y una conectividad ubicua entre dispositivos, entornos físicos y gemelos digitales.
En áreas urbanas, esto implicará la instalación de cientos de celdas pequeñas por kilómetro cuadrado, con un impacto visual, energético y ambiental sin precedentes. La duplicación de infraestructura por parte de varios operadores no sólo es técnicamente ineficiente, sino socialmente insostenible: muchos municipios ya imponen restricciones estrictas a nuevas instalaciones.
En zonas rurales —donde la demanda es menor y la dispersión geográfica mayor—, el retorno esperado de inversión no justifica la construcción de múltiples redes superpuestas. Sin infraestructura compartida, 6G corre el riesgo de convertirse en un lujo metropolitano, profundizando aún más la brecha digital.
En contraste, el modelo wholesale-only ofrece una respuesta racional y sistémica. Una única infraestructura neutral, gestionada por un operador especializado (neutral host), permite al sector:
• Optimizar costos, al reducir la duplicación de activos y mejorar la eficiencia energética.
• Maximizar el uso del espectro y los recursos de red, mediante mecanismos avanzados de segmentación (network slicing).
• Abrir el acceso a nuevos actores, incluidos proveedores de servicios verticales, OTTs, startups y operadores regionales.
• Simplificar la gobernanza local, al ofrecer un único punto de contacto para la instalación, los permisos y el cumplimiento ambiental.
Ejemplos reales como Jio en India y Rakuten en Japón demuestran que la infraestructura móvil compartida no sólo es factible, sino también estratégicamente ventajosa. En Finlandia, la adopción de modelos de compartición activa ya ha permitido superar 90% de cobertura 5G, con menor inversión y plazos de implementación acelerados.
Sin embargo, esta transición requiere una dirección política clara. La Comisión Europea debería:
• Reconocer formalmente el modelo wholesale-only como arquitectura estratégica para el desarrollo de 6G.
• Incentivar la creación de operadores neutral host mediante instrumentos de financiación europeos dedicados (InvestEU, Fondos de Recuperación, CEF Digital).
• Establecer un marco regulatorio armonizado para garantizar acceso equitativo a las redes, retorno justo de inversión e interoperabilidad técnica.
En el nuevo paradigma de 6G, lo importante no será quién posee las antenas, sino quién puede ofrecer servicios de alta calidad sobre una red inteligente, flexible y compartida.
La competencia ya no debe centrarse en la propiedad de la infraestructura, sino en la innovación de servicios. Para lograrlo, Europa debe superar la histórica fragmentación de su sector móvil.
El modelo wholesale-only no es un experimento regulatorio ni una solución de compromiso. Es la base industrial necesaria para enfrentar los desafíos de 6G de manera eficiente, inclusiva y sostenible.
Una red única de acceso abierto, capaz de habilitar una multiplicidad de servicios, ideas y modelos de negocio. Sobre esta red se definirá la competitividad digital de Europa en la próxima década.