Definir todo lo que abarca el derecho digital es un reto importante para quienes estudian las leyes. Durante el panel “En la búsqueda de la convergencia académica”, Joel Gómez Treviño, socio fundador y director de Lex Informática Abogados, esbozó una definición:
“El derecho digital es la rama del derecho que se ocupa del estudio y posible regulación de las consecuencias jurídicas que pueden derivarse del uso de Internet, las TIC y las tecnologías emergentes. También analiza la interrelación de las diversas ramas del derecho con la informática y las TI”. El especialista apuntó que es un tema que se debe abordar desde una mirada transversal “para lograr un ecosistema digital, sano, confiable y seguro”.
En su intervención en el 1er Congreso Iberoamericano de Derecho Digital, Sandra Milena Ortiz, directora del Departamento de Derecho de las Telecomunicaciones de la Universidad del Externado, explicó que en el entorno digital la regulación se debe cambiar y entender las dinámicas de creación y co-creación, además de la relación de nuevos agentes que requieren una nueva interacción y lectura.
“La educación tiene el rol de llevar la discusión académica porque es tan relevante entender las dinámicas asociadas con las tecnologías y la digitalización”, expresó.
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“Una reflexión es determinar cómo la región puede pensar en la configuración de un derecho digital, no en las magnitudes que lo tiene la Unión Europea, pero sí en las aproximaciones atendiendo nuestro contexto local y determinar qué elementos en común podemos hablar para crear mercados digitales”, puntualizó Ortiz.
Para Andrés Piazza, director en IDD LAC, el derecho digital es una convergencia de muchos aspectos informáticos con un grupo importante de desafíos y tendencias. “Está permeando sobre todo el derecho en general: el comercial, el corporativo, el empresarial, los humanos y algunas cuestiones del derecho público están siendo atrapadas por temas de seguridad, privacidad, de Inteligencia Artificial (IA), de libertad de expresión”.
“Todo el derecho está siendo alcanzado por alguna ramificación de esta nueva área convergente”, sostuvo.
Para Piazza, un tema importante para abordar es el de la Inteligencia Artificial. “Hay que encontrar un punto de convergencia o común donde se puedan abrazar las innovaciones positivas que brinda la IA, y al mismo tiempo hay que encontrar una manera de tener una regulación que se centre en la persona y cuide los derechos de los ciudadanos”.
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Sobre este punto, Pablo Pruneda, coordinador del programa de Inteligencia Artificial en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, habló sobre los alcances de ChatGPT, la plataforma de IA de moda. “ChatGPT es el acta de defunción de Google como buscador y le está apostando fuerte a una nueva manera de interactuar”.
Además, según Pruneda, “esto ya empieza a presentar puntos de controversia y enormes retos para el derecho. Esta herramienta se puede usar de manera concreta para evitar el esfuerzo de investigar y generar contenido propio, por su capacidad de análisis”.
En su turno, Héctor Pérez Pintor, secretario de Difusión Cultural y Extensión Universitaria de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), se refirió a la convergencia del derecho a la educación con la introducción de nuevas tecnologías digitales. “Las universidades tenemos más o menos acceso a ciertas tecnologías, pero ahí comenzamos con los retos de la convergencia académica y la educación: qué tipo de tecnología, hasta dónde, qué funcionalidad”, comentó.