El Mundo-Ángel Jiménez de Luis
La estrategia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para frenar a Google ha comenzado a tomar forma. El pasado mes de agosto, la publicación financiera Bloomberg adelantó que el gobierno de los EE.UU., tras considerar a Google un monopolio en el negocio de la búsqueda en red, estudiaba forzar la separación de algunas divisiones de la empresa.
Ahora, la publicación ha añadido que el departamento, junto a fiscales generales de varios estados, tiene por fin un plan que se pondrá en movimiento en las próximas semanas. Pedirá concretamente que Google se deshaga de su navegador web, Chrome, y otras medidas que podrían alterar por completo la empresa y su negocio.
Si la petición prospera, Google se vería obligada a vender el navegador, que es con diferencia el más usado en todo el mundo, a un competidor. El Departamento de Justicia considera que la forma en la que Google ata y promociona sus servicios a través de él es uno de los principales obstáculos para que alternativas a los productos de Google prosperen en el mercado norteamericano.
La venta de Chrome es la petición más significativas del conjunto de medidas que se estudian en el juicio antimonopolio de Google, pero no la única. En agosto, una de las ideas que se barajaban era la posibilidad de forzar también la venta de Android, el sistema operativo que usan la inmensa mayoría de teléfonos móviles.