El Economista Jorge Bravo
Existen dos Cámaras Nacionales de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti). La primera la preside a nivel nacional Carlos Funes Garay (CEO de Softtek México) desde marzo de 2019, elegido por la Asamblea General Ordinaria y quien trabaja para habilitar estrategias, soluciones y servicios en conjunto con el gobierno, para ayudarlo a lograr sus metas de transparencia, eficiencia, eficacia y generar un gobierno cercano a la gente.
La segunda Canieti la comanda Mónica Aspe Bernal, vicepresidenta Nacional de Telecomunicaciones de la Canieti y Vicepresidenta de Asuntos Externos, responsable de relaciones gubernamentales e institucionales, así como de la estrategia de responsabilidad social de AT&T.
Funes Garay tiene objetivos muy claros: desarrollo regional y generación de empleo; inclusión y desarrollo de talento alineado a una economía digital y global; fortalecimiento de la relación con el gobierno en todos sus niveles; vinculación con otros organismos empresariales; ciberseguridad y desarrollo de pequeñas y medianas empresas.
Aspe Bernal también tiene objetivos diáfanos: cuestionar el contrato que otorgó la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México a Telmex para proveer Wi-Fi; rechazar la decisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de aprobar el esquema de transferencia de personal de Telmex-Telnor a las nuevas empresas de servicios mayoristas; aplaudir la multa del IFT a Telnor por 1,311.8 millones de pesos y empujar para que el IFT imponga otra multa a Telmex. Todo ello consta en comunicados, conferencias de prensa con el emblema de la Canieti, en la cuenta oficial de Twitter de la Cámara y en los titulares de la prensa.
Carlos Funes de la Canieti 1 tiene una visión amplía porque quiere que la Cámara siga siendo el principal órgano de consulta a nivel nacional para el sector público y representa tres industrias: electrónica, telecomunicaciones y TIC. Busca colaborar con los gobiernos para que sus empresas afiliadas -muchas de las cuales compiten entre sí en software, soluciones, tecnologías y equipos- hagan más y mejores negocios.
Mónica Aspe de la Canieti 2 tiene una visión legítima para AT&T, pero estrecha y monotemática para una cámara industrial. No sorprende que AT&T -vía su representante en la Canieti 2- empuje para que la regulación asimética a América Móvil no se relaje, o que quiera tener acceso a la fibra óptica del preponderante. Lo que llama la atención es que lo diga a nombre de la Canieti 1, publique desplegados en la prensa con el sello de la Cámara y emita comunicados a nombre de la Canieti 1, sin consultar, sin buscar el consenso y comprometiendo a las demás empresas afiliadas.
Funes Garay de la Canieti 1 está interesado en el T-MEC; en la Estrategia Digital Nacional; en impulsar acciones que fomenten la inversión en favor del despliegue y desarrollo de infraestructura en regiones que así lo necesiten; mantener un ritmo de desarrollo competitivo en el despliegue y modernización de infraestructura con evolución a redes 5G; y fomentar la inclusión e innovación a través del desarrollo de la economía digital para mejorar la vida de los ciudadanos.
Aspe Bernal de la Canieti 2 no ha convocado a conferencia de prensa para dar a conocer el proyecto y el plan de trabajo de la Vicepresidencia Nacional de Telecomunicaciones de la Canieti, quizá porque sólo tiene una consigna. ¿Cuál es la visión de la industria de telecomunicaciones para México y no sólo para una o algunas compañías? ¿Perseguir a Telmex-Telcel? ¿La Canieti 2 va a ser un instrumento de AT&T o es iniciativa personal de su representante?
No creo que las empresas afiliadas a la Canieti 1, que también le venden tecnología y servicios a América Móvil, estén contentas con que su marca se vea comprometida en comunicados que cuestionan al gobierno de la Ciudad de México o al regulador. Esa esquizofrenia pone en duda los objetivos y la razón de ser de la Canieti como órgano de consulta del gobierno y los intereses comerciales de sus afiliadas. Imagino que los fabricantes de infraestructura de redes no están felices con el reciente acuerdo de AT&T con Telefónica, según el cual esta última devolverá espectro para usar la red de AT&T.
En la anterior presidencia de Mario de la Cruz al frente de la Canieti, también había un competidor de Telmex Telcel en la Vicepresidencia de Telecomunicaciones, Miguel Calderón, vicepresidente de Asuntos Regulatorios y Públicos de Telefónica México. Sin embargo, como Cámara existía un discurso articulado y una visión más amplia en favor de la conectividad del país, las políticas públicas digitales, la inversión en telecomunicaciones y el despliegue de infraestructura de banda ancha.
En un artículo publicado en Expansión, Mónica Aspe reconoce que como parte de la revisión bienal de las medidas de preponderancia, acudió ante el IFT la representación de la Canieti 2 (ella), incluidas las empresas AT&T, Axtel, Izzi, Megacable y Telefónica. “Estas empresas (…) coincidieron ante el regulador en que las medidas asimétricas hacia América Móvil, el preponderante, han sido insuficientes, pues la concentración no ha cedido de manera relevante”. ¿La Canieti 1 piensa lo mismo? ¿A cuál de las dos Canietis va a escuchar el gobierno federal, los estatales, sus instituciones y reguladores? ¿Cuál es el discurso unificado de la Cámara? ¿Cuál la visión de un México plenamente conectado y digital?
El autor es Presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
Twitter: @beltmondi