El proyecto LoCaT señaló que el satélite es una opción de distribución “muy eficiente” desde el punto de vista energético y con un bajo impacto en las emisiones de carbono: la diferencia sobre el IP es de entre seis y ocho veces. Las mediciones realizadas en Europa (Unión Europea más Reino Unido) son parte de los resultados de un estudio cuya ampliación al plano satelital fue financiada por Eutelsat, Hispasat, Intelsat (SES), Inverto, iDirect y Tivù.
El reporte concluye que, en promedio, el consumo de energía asociado a una hora de visualización de un dispositivo a través de un satélite en los mercados sondeados fue de 19.5 Wh en 2020, en comparación con los 109 Wh del OTT y los 153 Wh del IPTV gestionado. Esto equivale a 4.7 g de emisiones equivalentes de dióxido de carbono por hora de transmisión vía satélite. La TDT sigue siendo superadora, con 14 Wh y 3.3 g registrados respectivamente.
El patrón es similar en los distintos países, aunque hay variaciones por diferencias en el comportamiento de los usuarios o la intensidad de carbono de la red eléctrica nacional.
Siempre de acuerdo al informe, más del 99% del consumo eléctrico en la transmisión vía satélite es atribuible a los equipos domésticos, mientras que las instalaciones de enlace ascendente sólo representan 0.1 Wh por hora. El peso de los equipos domésticos de recepción para el satélite oscilaban entre 40% y 70% sobre otros métodos de distribución. Los valores “varían considerablemente” en función de la situación de recepción en el hogar, información que puede servir para generar mejoras.
Como complemento, se revisó la situación en América del Norte y América Latina: la transmisión de TV por satélite en esos sitios es “ligeramente más eficiente en América del Norte en comparación con Europa y sustancialmente más eficiente en América Latina”. Esto se explica por diversos factores, como la proporción mayor de viviendas individuales y la cantidad significativamente mayor de televisión lineal que se ve en un hogar medio de América Latina.
El estudio también proyectó que hasta 2030, el consumo de energía/hora vista en Europa aumentará ligeramente de 19.5 Wh en 2020 a 20.4 Wh en 2035, debido principalmente a la erosión prevista tanto en el consumo de televisión lineal como en la cuota de mercado del satélite DTH. Por el contrario, el impacto de las emisiones se reducirá significativamente, impulsado por las fuertes reducciones previstas de las emisiones procedentes de la producción de electricidad; América del Norte y América Latina seguirán tendencias similares.
“El satélite proporciona alrededor de un tercio de todas las horas de visionado de televisión en los hogares europeos, lo que subraya su continua importancia en el ecosistema de la radiodifusión. La confirmación de la alta eficiencia energética del satélite refuerza su valor, no sólo en cuanto a alcance y fiabilidad, sino también en cuanto a sostenibilidad”, consideró Aymeric Genty, presidente de la unidad de negocio de vídeo de Eutelsat.