Diálogo público-privado = oportunidades para cierre de la brecha digital en América Latina
Algunas frases pueden sintetizar de buena forma el diálogo que durante el Mobile 360 se concentró en la actividad de municipios y empresas para el cierre de la brecha digital en América Latina: diálogo constante entre el sector público y el privado es igual a oportunidades, cada propuesta debe considerar su dimensión social y las iniciativas deben construirse en conversación con la ciudadanía que, en definitiva, es la que aprovechará sus beneficios.
El trabajo es arduo y la realidad de los países de América Latina es muy distinta, incluso fronteras adentro. En este contexto no hay soluciones universales pero, aún así, hay aproximaciones a lo que es un escenario propicio para resolver desafíos compartidos en las distintas latitudes de la región. Una de las respuestas es el diálogo público-privado, que puede convertirse en respuesta a los problemas que aquejan especialmente a sitios más apartados o no alcanzados por los despliegues actuales.
“Es muy importante que hablemos”, inició Colbert da Silva Filho, alcalde del municipio bahiano Feira de Santana, en Brasil. El funcionario habló de la importancia de la llegada de 5G al país y consideró que su mayor potencial es en las verticales de educación y telemedicina. Como avance del concepto de ciudad inteligente, indicó que en Feira de Santana se cambiaron 65 mil luminarias por lámparas LED y que la idea es seguir avanzando con aportes del sector público y acompañamiento de privados.
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Johnny Torres, presidente de la Asociación de Municipalidades de Bolivia, señaló que Tarija, sitio del que es alcalde, cuenta con infraestructura comprada a Huawei y esperan un brazo privado para ponerla en pleno funcionamiento. El proyecto, abierto bajo el nombre de Ciudad Inteligente, incluye unos 30 kilómetros de fibra y más infraestructura que demandó una inversión de entre 8 y 10 millones de dólares. “Necesitamos un socio”, indicó Torres.
De la realidad de Chile habló la Presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades, Carolina Leitao. “Tenemos muchas brechas y necesitamos profundizar la idea de gestión inteligente para una ecuación muy fina entre el desarrollo de los territorios y la inclusión digital”, señaló para luego hablar de la importancia de que los municipios tomen un “rol más activo” para facilitar el despliegue de infraestructura y disponibilizar bienes públicos”. En Chile la aprobación o permiso para la instalación de infraestructura puede demorar un año y medio, admitió.
Tras enfatizar que “no se debe dejar a las comunidades afuera de la conversación ni de los procesos de innovación”, Leitao pidió a las compañías de telecomunicaciones que “no nos sorprendan”, sino que haya diálogo desde la etapa más temprana posible de los proyectos para que la cooperación funcione a favor de los intereses de ambas partes. “El reto es disminuir la brecha y será más fácil de la mano de acuerdos público-privados”, sentenció.
Bajo la moderación de Gabriel Székely, director General de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), también hubo espacio para los privados. En representación de Microsoft, Gunnar Halley señaló que tan importante como el acceso es la adopción y para eso la compañía trabaja en programas como Airband, a la que denominó una plataforma de empoderamiento digital. “No hay una sola forma de hacer las cosas”, aportó el ejecutivo.
Raúl Escalante, vicepresidente Jurídico y Asuntos Corporativos de Grupo Modelo/AB-InBev, resaltó la importancia de que cada propuesta digital tenga “su dimensión social”, y comentó que la compañía tenía 10 mil personas vendiendo puerta a puerta hasta que optó por incorporar una aplicación que ahora es responsable del 90 por ciento de las ventas de cervezas que generan en México. “Esto también fue mejor para los clientes”, dijo, por avances en cuestiones como facturación y hasta más precisión en los horarios de entrega.
Así, las diferencias en la realidad de los municipios primero y de los países después, ponen difícil la misión de encontrar soluciones que resuelvan al mismo tiempo todos los desafíos que presenta América Latina en materia digital. Sin embargo, hay puntos en común: la conversación constante entre públicos y privados podrá romper barreras a favor de la innovación y la inclusión mientras que un mejor entendimiento de los gobiernos sobre cuáles son los retos digitales más urgentes permitirá a los privados despliegues más rápidos y eficientes que, con reglas claras, acercarán la meta de cerrar la brecha digital.
