Reforma Jorge F. Negrete P.
Esperanza proviene del latín sperantia y prevé confianza o deseo que algo sucederá. Es una palabra que bien podría aproximarse a la fe y a la creencia. Noble es, por lo tanto, quien obsequia esperanza, pero es un líder quien cumple con la expectativa.
Comienzo a tener esperanza en materia de política e inclusión digital en nuestro país. A cinco años del lanzamiento de 5G en el mundo, somos el único país grande en el continente americano que no hizo licitación en la materia. Estas tecnologías duran 10 años y después comienza un ciclo con la siguiente generación de conectividad, es decir, 6G. Los anchos de banda en América Latina crecieron exponencialmente y países como Chile, Brasil y Uruguay compiten con anchos de banda parecidos a los países nórdicos, asiáticos e incluso Chile y Uruguay han liderado internacionalmente este estándar.
5G genera una demanda agregada de fibra óptica e inversiones. 5G necesita 10 veces más fibra óptica y radiobases en un despliegue óptimo y con rentabilidad para el sistema de infraestructura digital o, como se conocía, telecomunicaciones.
Desde esa perspectiva, México tiene 2 grandes operadores móviles (AT&T y Telcel) y 4 operadores de infraestructura fija (Totalplay, Megacable, Izzi y Telmex). Adicionalmente, contamos con un operador público en la figura de Altán y cientos de empresas independientes en rancherías y zonas rurales (ISP). México llega consolidado al proceso de despliegue de inversiones, con empresas poderosas y técnicamente solventes.
Los retos:
1. Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán son los estados más desconectados del país, pero Chiapas es una catástrofe en materia de inclusión digital. Sus niveles de conectividad sólo son comparables a muchos países del África Subsahariana. Sus autoridades olvidaron una agenda digital, mejora regulatoria y formación de habilidades digitales. Las oportunidades son mayúsculas derivado de su cercanía a Guatemala y Centroamérica, donde se han hecho avances en materia de fibra óptica. Chiapas podría ser la puerta digital de Norteamérica. La enorme cantidad de torres que ha puesto CFE Telecom no van acompañadas de una estrategia integral de transformación digital del Estado. Chiapas está en la última posición de velocidad de internet en México (Test my Net) y en prácticamente todos los indicadores de conectividad del país. El gobierno anunció un programa de entrega de conexiones de Internet, que poco o nada podrán hacer sin una hoja de ruta “Chiapas Digital”.
2. Agenda digital. La herramienta más poderosa de dirección de una política digital es la Agenda Digital, la hoja de ruta: ¿a donde vamos?, ¿qué queremos hacer? e indicadores en múltiples dimensiones. Merecemos la mejor.
3. El diseño institucional. México definió su modelo y es positiva la eficiencia que adoptó con la figura de Agencia de Transformación Digital. En los hechos, será una secretaría o ministerio, es el modelo asiático, que han tomado varios países en América Latina.
4. El regulador. Europa ya no verá un regulador digital, tiene tanta sobrerregulación y leyes para todo, que el tradicional regulador telco se les quedó en su ADN. México podría ser el primer regulador pensado para todo el ecosistema digital, sin sobrerregular, ni matar la innovación, fomentando esencialmente la inclusión digital y la competitividad.
5. Liderazgo digital. México tiene a algunos de los operadores más poderosos del planeta y de Norteamérica, un hub digital en Jalisco, y un potencial en el sector de política industrial digital. Los puertos, parques industriales (la presidenta anunció 100), centros de innovación y universidades, necesitan anchos de banda que no tenemos hoy día y que es posible obtener de la mano de la industria. El nuevo marco legal debe obsequiar certeza a las inversiones, competencia, no descapitalizar al sector y una visión moderna que detone mayores inversiones.
Es esperanzador ver nuevamente los temas de conectividad y transformación digital en la agenda nacional del país.
Presidente de Digital Policy & Law
@fernegretep