Elida Godínez, Directora de Data & AI, Automatización y Sustentabilidad en IBM México
El 2023 seguramente será recordado como el año en el cual la IA se popularizó en el mercado de consumo.
En esa misma línea, 2024 probablemente será el año en que las empresas la adopten en masa. Para las y los ejecutivos que quieren convertirse en líderes de esta revolución y no sólo en seguidores del cambio, hay algunos principios que pueden servir de guía para implementar la Inteligencia Artificial de manera estratégica.
Primero lo primero: las empresas deben ser creadoras de valor con la IA
Hay tres modalidades de consumo de la IA generativa: la primera es comprar software que tenga IA generativa integrada, la segunda es emplear modelos fundacionales de terceros a través de llamadas API y la última es crear (y luego utilizar) modelos fundacionales propios que aprovechan datos públicos y privados.
Hoy en día, la mayoría de las empresas se centran en los dos primeros patrones de adopción, ya que representan el camino más fácil para experimentar y descubrir casos de uso valiosos.
Si bien funciona que los consumidores participen como usuarios de IA que no tienen que prestar atención a su funcionamiento interno, las empresas con visión a futuro simplemente no pueden darse ese lujo.
Tienen información patentada, propiedad intelectual e información confidencial y comercial que deben proteger, así como requisitos éticos, legales y de reputación que respetar.
Cualquier empresa que quiera aprovechar al máximo la IA debería participar en toda la oportunidad de creación de valor que ofrecen los modelos fundacionales en lugar de subcontratar su capacidad, su estrategia y, lo más importante, sus datos a terceros.
Los modelos fundacionales son, en esencia, una nueva representación de los datos. Esta nueva representación tiene el poder de revelar información valiosa sobre los datos. Históricamente, la invención de cada nueva representación de los datos ha demostrado ser central para el avance de la ciencia, la tecnología y la creación de nuevos negocios. En este caso no es diferente.
Las empresas deben considerar cuidadosamente la ventaja competitiva que podrían estar concediendo al entregar sus datos para crear y entrenar un modelo fundacional que no es el suyo, y el valor de los conocimientos contenidos en esos datos.
Una empresa que es capaz de crear sus propios modelos de IA (y recordemos que no todos tienen por qué ser enormes) es una empresa que controla su propio destino.
No sólo pueden entrenar, afinar y gobernar su propia IA, sino además aprovechar al máximo estas tecnologías en evolución de manera constante; como creadores de valor, tienen propiedad real sobre la protección, el control, la innovación y la monetización de lo que se convertirá en uno de sus recursos más importantes. Activos preciados: modelos fundacionales empresariales que codifican sus datos más valiosos.
La tarea de crear un modelo fundacional dirigido a una empresa puede parecer desalentadora, pero no lo es. Por eso creamos watsonx, para capacitar a las empresas para que se conviertan en creadoras de valor, sean dueñas de la fuente de su ventaja competitiva y controlen su destino.
En segundo lugar, los líderes empresariales deberían apostar por la comunidad
Ya es evidente que, dondequiera que vaya la IA en los próximos años, un modelo cerrado no los dominará a todos. Esta revolución será impulsada por la energía y el ingenio de toda la comunidad de IA, una comunidad decididamente abierta. Al integrar una combinación de los mejores modelos de código abierto, modelos privados y, en última instancia, sus propios modelos creados, las empresas pueden estar en condiciones de aprovechar al máximo esa comunidad.
Eso es exactamente lo que estamos haciendo en IBM al asociarnos con Hugging Face, un pilar del ecosistema de código abierto con más de 250 mil modelos de IA compartidos en sus plataformas hasta la fecha.
Al unir Hugging Face con nuestra plataforma de IA empresarial, watsonx, estamos creando un futuro para la IA que se basa en la creatividad y la diversidad de una amplia comunidad para permanecer abierta, vibrante e infinitamente personalizable.
Tomemos, por ejemplo, las ciencias del clima y la Tierra. Esta área sigue llena de obstáculos, concretamente el acceso a la información más reciente y la capacidad de analizar esos datos de manera rápida y eficiente debido a su gran tamaño. La NASA estima que tan sólo 250 mil terabytes de nuevos datos estarán disponibles en línea para 2024. ¿Cómo solucionamos esto?
La respuesta más reciente de IBM fue abrir nuestro modelo fundacional de IA geoespacial, creado con datos satelitales de la NASA, en Hugging Face. Al poner este modelo (ahora el modelo fundacional geoespacial más grande en Hugging Face y el primer modelo fundacional de IA de código abierto construido con la NASA) directamente en manos de la comunidad de IA, podemos utilizar el poder transformador de la colaboración para mejorar la forma como protegemos nuestro planeta y sus recursos.
En tercer lugar, las empresas deben garantizar que su IA pueda funcionar en todas partes y de manera eficiente
Al construir con tecnologías de Nube híbrida y abiertas, las empresas pueden optimizar el costo, el rendimiento y la latencia. En IBM, estamos facilitando a las empresas la gestión de sus datos más valiosos y el entrenamiento, afinación e implementación de modelos de IA sin problemas, entre Nubes públicas y privadas y en sus propias instalaciones.
El futuro de estas tecnologías depende de opciones ágiles, rentables y energéticamente eficientes para empresas de todos los tamaños y las empresas que tendrán éxito serán aquellas que se preparen para prosperar en cualquier entorno.
Por último, aunque los líderes empresariales actúan con urgencia, también deben actuar con responsabilidad
No hay duda de que hemos llegado a un punto de inflexión para la IA, y el instinto de los ejecutivos de actuar con valentía es bueno. Nadie quiere quedarse atrás ante el avance de estas tecnologías y, francamente, nadie puede permitirse el lujo de dejar pasar este momento.
Pero a los ojos de los clientes, inversores, empleados y pares de cada empresa se necesita una licencia para operar esta nueva e interesante maquinaria: esa licencia es la confianza. A menos que cada uno de nosotros incorpore un esquema de gobierno responsable en el centro de nuestro uso de la IA, sus nuevos riesgos con el tiempo ahogarán sus extraordinarios beneficios.
Este momento, incluso más que la mayoría, exige un liderazgo decidido por parte del sector privado, que eventualmente será recompensado.
La IA confiable es una IA gobernada, y para aquellos que esperan liderar en este campo, el inculcar este principio en todo lo que hacen contribuirá en gran medida a consolidar su posición al frente del grupo.