De acuerdo con un informe de la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), la Asamblea Popular Suprema (SPA) aprobó una serie de nuevas leyes sobre cultura, tecnología y telecomunicaciones extranjeras para buscar “rechazar la ideología y la cultura reaccionarias”, y alejar la intromisión en temas de ciencia y la tecnología, y en las telecomunicaciones móviles.
De acuerdo con el régimen dictatorial que se preserva en el país, la ley sobre el rechazo de la ideología y la cultura extranjera debe de ser aplicada por todas las instituciones, empresas, organizaciones y ciudadanos.
En cuanto a la ley de telecomunicaciones móviles, la no participación de agentes extranjeros aplicará en la instalación, gestión y operación de infraestructura de redes móviles; la perfección, modernización de las redes y la diversificación de las mismas; además del servicio, uso y el registro de equipos de telecomunicaciones móviles.
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Sin embargo, en cuanto a la comercialización de dispositivos, el régimen de Kim Jong-un ha trabajado en lanzar sus propios teléfonos inteligentes, pero con bloqueo de información sobre el mundo exterior.
La estrategia consta en la importación de hardware de bajo costo para generar ingresos significativos para el régimen, según informes de desertores, expertos y un análisis de Reuters de teléfonos fabricados en Corea del Norte.