Cómo las telecomunicaciones pueden beneficiarse del hidrógeno verde

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No es ningún secreto que la industria de las telecomunicaciones es un gran consumidor de energía. Esto tiene consecuencias para las cajas de las empresas con elevadas facturas eléctricas y para el medio ambiente, ya que acaban utilizando fuentes de energía no siempre renovables y que pueden emitir elevadas cantidades de dióxido de carbono.

Algunas alternativas limpias que ya se utilizan son las fuentes eólica y solar. El operador Claro, por ejemplo, estima que sus plantas de energía renovable abastecerán el 80 por ciento de la estructura de baja tensión hasta julio de este año. Ahora, el hidrógeno verde también se muestra prometedor para esta y otras industrias.

Ventajas del hidrógeno verde

Según Alejandra Mar, ingeniera de Antel (Administración Nacional de Telecomunicaciones de Uruguay), el recurso tiene las ventajas de ser abundante en la naturaleza, no es tóxico, se disipa rápidamente y, a diferencia de otras fuentes renovables, es almacenable.

También explica que, para producir hidrógeno, se necesita energía. Si la fuente utilizada es limpia, como la energía eólica, el hidrógeno obtiene la etiqueta verde. Si se utiliza gas natural, por ejemplo, el proceso da como resultado hidrógeno y dióxido de carbono: esto es hidrógeno gris.

Como su proceso de producción es totalmente limpio, el hidrógeno verde es un paso más hacia la descarbonización del planeta, un pilar importante de la agenda ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés).

Eduardo Ricotta, presidente de Vestas en América Latina, recuerda que todavía hay un llamado por parte de los consumidores, porque “quieren saber de dónde viene el consumo de energía cuando estás elaborando una cerveza, produciendo un auto y cuando está usando el servicio de telecomunicaciones”.

El ejecutivo estima que, a partir de 2025, la fuente de energía utilizada será un factor decisivo para que los clientes seleccionen las marcas donde comprarán los productos. “Creo que la población es cada vez más consciente de dónde viene la energía”, comentó.

Hidrógeno verde en telecomunicaciones

Como empresa que ensambla parques eólicos, Vestas se encuentra en una posición oportuna para identificar qué industrias están considerando el hidrógeno verde. Y Ricotta dice que este no es el caso en el sector de las telecomunicaciones, pero podría ser el siguiente paso. “La primera fase es tener energía renovable para los centros de datos, para las antenas repartidas por América Latina y para las tiendas”. El segundo paso sólo ocurrirá cuando el hidrógeno verde esté disponible y “luego migre hacia él”.

La apuesta es que la industria del transporte será la primera en sufrir esta transformación. “Vemos empresas que invierten en camiones y autobuses para hidrógeno verde; fabricantes que desarrollan aviones de hidrógeno verde; y barcos con mayor eficiencia, con menor número de suministros”, citó.

América Latina: potencia de hidrógeno verde

Un estudio de McKinsey reveló que Brasil es uno de los países más competitivos para la producción de hidrógeno verde, con un costo de aproximadamente 1.50 dólares por kilo de hidrógeno en 2030. La oportunidad total para el país es de 15 a 20 mil millones de dólares para 2040, con la mayor parte de los ingresos provenientes del mercado interno.

“Decimos que [Brasil] es la Disneylandia de los vientos, porque son fuertes y con poca turbulencia. Así que es ideal para la generación de energía”, explicó Ricotta. El gran tamaño del país también es un punto positivo para la producción de energía eólica, uno de los insumos para el hidrógeno verde.

“Otro tema es la tecnología offshore, que complementa la tecnología onshore.” El reciente decreto 10,946/2022, sobre cesión de espacios físicos y uso de recursos naturales para la generación eléctrica, fue una medida importante para el desarrollo de Brasil en relación a las energías renovables.

Pero no sólo Brasil puede destacarse en la producción de hidrógeno verde. El ejecutivo asegura que toda América Latina, desde México hasta el sur de Argentina, tiene vientos espectaculares para la producción de energía. Además, la ubicación beneficia la relación comercial con Estados Unidos, Europa, Asia y África. “Esto deja a la región en una posición destacada en el escenario mundial para ser un centro de exportación de hidrógeno verde”, comentó.

“No tengo ninguna duda de que el hidrógeno verde será el petróleo del futuro”, dijo Ricotta, y agregó que los operadores deben conocer las posibilidades.

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