Comité critica al Reino Unido por falta de protección de cables submarinos

El Parlamento británico advirtió que el gobierno es “demasiado tímido” en la protección de sus cables submarinos, y pidió medidas más firmes y mejorar la resiliencia ante posibles ataques.

Un informe del Comité Conjunto sobre la Estrategia de Seguridad Nacional del Parlamento británico advierte que la infraestructura de cables submarinos del Reino Unido presenta serias vulnerabilidades.

Actualmente, los preparativos de seguridad para proteger esta infraestructura crítica han sido deficientes, lo que refleja que el gobierno ha sido “demasiado tímido” en su estrategia, señala el informe.

Los parlamentarios y lores advierten que, aunque los cables ofrecen una resiliencia “encomiable” frente a daños accidentales o intencionales, no existe un plan adecuado para enfrentar ataques maliciosos a gran escala, lo que pone en riesgo la seguridad nacional y la economía digital.

Si bien hoy no se identifica una amenaza inminente, el documento plantea que la agresión por parte de Rusia podría escalar más rápido de lo que el país puede reforzar sus defensas.

Cables submarinos, blanco de alto valor

Los cables submarinos son un eslabón esencial de la conectividad: 570 sistemas de fibra óptica, en su mayoría operados por empresas privadas, transportan hasta 99% del tráfico internacional.

Particularmente, el Reino Unido depende casi por completo de estas conexiones para enlazarse con el resto del mundo.

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El informe advierte que la concentración de tráfico en un número reducido de cables de alta capacidad –impulsada por gigantes tecnológicos que buscan rutas exclusivas– está creando “objetivos de alto valor” cada vez más vulnerables.

Algunos puntos críticos identificados incluyen a los sectores financiero y el militar, así como las islas periféricas del Reino Unido.

Un ataque selectivo podría no colapsar la conectividad nacional, pero sí generar costos elevados, provocar tensión geopolítica y detonar efectos en cascada: por ejemplo, interrupción de sistemas de pago, fallos en cadenas de suministro, sobrecarga en servicios de emergencia y pérdida de confianza en aplicaciones de autenticación digital.

Nueva estrategia para Reino Unido

El Comité sostiene que el gobierno británico ha subestimado los riesgos a los que se enfrentan los cables submarinos, pues sus esfuerzos se han concentrado en accidentes pesqueros o incidentes de baja intensidad.

Por el contrario, el informe propone modificar esa estrategia e implementar sanciones legales más severas, mayor intercambio de datos con fuerzas de seguridad, vigilancia intensiva, interdicción de embarcaciones sospechosas y medidas punitivas que eleven el costo de cualquier intento de sabotaje.

Otra de las recomendaciones del Comité es que el Reino Unido adquiera, antes de 2030, un buque de reparación de cables bajo control soberano. En tiempos de paz podría operar en el mercado privado, pero en caso de crisis quedaría a disposición del gobierno.

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Además, el informe señala que la Marina Real debería entrenar reservistas y personal activo en técnicas de reparación para garantizar capacidad de respuesta durante un conflicto.

Matt Western, presidente del Comité, advirtió que, aunque la conectividad británica no enfrenta un riesgo inmediato, la infraestructura es lo suficientemente vulnerable para convertirse en objetivo de hostilidades.

“Los cables submarinos son la columna vertebral invisible de Internet. Todo, desde los mensajes de WhatsApp hasta transacciones multimillonarias, depende de ellos. Nuestra dependencia estratégica debe tomarse más en serio”.

“El gobierno debe dejar de conformarse con explicaciones de baja intensidad. Necesitamos protecciones físicas sólidas, mecanismos reales de disuasión y planes de recuperación integrales. La resiliencia del Reino Unido podría ponerse a prueba en los próximos años”, consideró.

La advertencia del Comité británico es parte de una problemática compartida a nivel internacional. Mientras el mundo se digitaliza y depende cada vez más de estas arterias invisibles, los gobiernos y organismos internacionales buscan reforzar los mecanismos de protección y gobernanza. Esto, además, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y competencia tecnológica.