Recientemente, el país ha discutido cada vez más el uso de energías renovables en la matriz de generación. Esta, de hecho, es una de las banderas de gobierno del presidente Gustavo Petro, que pretende descarbonizar la economía.
En los últimos años, el país ha promovido una serie de subastas tanto de largo plazo como de confiabilidad para proyectos de Fncer (Fuentes No convencionales de energía renovable) cuyo objetivo es aumentar la generación proveniente de proyectos eólicos y solares.
De acuerdo con datos publicados por la Upme, con corte a julio, se habían asignado 16.000 megavatios (MW) para entrar a generar (incluyendo hidroeléctricas, térmicas y biomasa).
De esta asignación, la más importante es la de solar, que representa 62% de la capacidad (10.200 MW); le siguen las hidroeléctricas con 17% y proyectos eólicos con 17%. Es decir, las asignaciones totales de generación son 96% de proyectos renovables.
Javier Martínez, subdirector de Energía Eléctrica de la Upme, explicó que esta capacidad de ingresar está programada para que esta energía entre en operación (Fechas de Puesta en Operación oficial) entre 2022 y 2027.
“Para 2022 tenemos una capacidad importante y el grueso será entre 2023 y 2024”, señaló. Durante este año, hay 3.791 MW programados para empezar a operar, es decir 23% del total asignado.
Ahora bien, es entre 2023 y 2024 que ingresaría la gran parte de la energía asignada. En estos dos años, el sistema recibiría 10.384 MW, es decir 63,4% del total asignado y 65% de las renovables (excluyendo la asignación térmica).
Sin embargo, estas fechas no significan que efectivamente esta energía entre en los plazos estipulados.
Christian Jaramillo, director de la Upme, explicó que “La Creg expidió una resolución que flexibiliza los cambios en Fechas de Puesta en Operación (FPO) principalmente para aquellos que tengan un problema operativo en la planta y estén cercanos a terminar”.
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