Regular los servicios que se ofrecen a través de Internet debe ser una acción inteligente, que incluye también la no regulación o desregular, coincidieron especialistas en el sector durante el Congreso Latinoamericano de Transformación Digital (CLTD 2021).
Manuel Haces-Aviña, gerente de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales de Google México, aseguró que la regulación debe ser analizada e implementada sólo tras un análisis que revele que sí es necesaria.
“La regulación necesaria depende de donde existan retos y se demuestre que pueden resolverse con regulación. Desde Google, creemos en la regulación siempre y cuando sea inteligente, porque es erróneo pensar que Internet surgió como un salvaje oeste sin regulación.
“Las leyes han comenzado a evolucionar para resolver retos que se han ido detectando a lo largo de los 50 años que tiene Internet de existencia. Hay distintas realidades jurídicas y escenarios, y tratamos de implementarlos en estándares que tenemos para poder operar nuestros servicios y eso nos incrementa el estándar de cómo estamos ofreciendo un servicio particular”, comentó el ejecutivo de Google.
Paula Martins, líder de Incidencia Política en Derechos Humanos de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), dijo que en América Latina se requiere de gobiernos inteligentes que habiliten regulaciones democráticas.
“Es romper la lógica de dotar regulación y legislación sin debate público amplio o sin análisis profundo o pasar por el lente de derechos humanos. Desde el usuario hay una preocupación para que se conozcan los riesgos y oportunidades”, aseveró.
Carolina Aguerre, investigadora Senior del Centro de Cooperación Global Investigación GCR21 de la Universität Duisburg-Essen, dijo que Internet no es lo mismo que los servicios que se ofrecen sobre la red, por lo que es necesario definir los términos.
“Uno de los temas es la discusión o desfase de regular Internet tomándolo por el todo. Se trata de intervenir las plataformas que algún estado considera nocivas o contenidos perniciosos para la sociedad. Y otro problema fuertemente vinculado con la discusión de regular Internet tiene que ver con actores corporativos muy relevantes de los contenidos de Internet, porque a ellos se refieren como si eso fuera Internet”, aseveró.
Por su parte, Miguel Calderón, director de Estrategia y Posicionamiento de Políticas Públicas en Telefónica Hispam, propuso cinco puntos que los gobiernos de la región deben tomar en cuenta para favorecer la transformación digital en la región.
El primero es promover la conectividad universal; definir cómo la regulación y gobiernos pueden ayudar o impedir este crecimiento del mercado; certidumbre jurídica, pues el marco regulatorio debe ser estable y predecible en el tiempo para fomentar la inversión; confianza digital en un mundo donde la moneda de cambio son los datos; y que los gobiernos sean actores y usuarios de estos servicios de tecnología a través de sistemas transparentes de herramientas como la Nube o la Inteligencia Artificial.
Bryan Guzmán, encargado del Departamento de Regulación del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), aseveró que “quizá sea más prudente esperar que los mercados maduren y si existen restricciones a la competencia, entonces ver de qué manera intervenir; regular con cierto retraso fomentando la competencia y manteniéndonos vigilantes sólo cuando sea necesario”.
Rodrigo de la Parra, vicepresidente para América Latina y el Caribe en ICANN y director general de la Oficina Regional LAC, coincidió en que se requiere revisar el término de “regular” porque quizá tenga sentido para algunos aspectos o actividades que pasan sobre Internet, como privacidad y competencia, pero hay otras en las que “gobernanza” sería más adecuado.
“En Internet hay que tratar de distinguir si hablamos en su nivel de infraestructura, como plataforma, o de un servicio que se presta sobre él. Regular ciertas partes de Internet no sería el concepto adecuado”, aseveró.