Brasil está bien posicionado para la segunda fase de 5G

Con un sólido rendimiento 5G y alcance de red, es hora de que los operadores del país den el siguiente paso

Los tres grandes operadores de Brasil -Vivo, Claro y TIM- lanzaron por primera vez 5G en el país hace casi tres años.

Su avance desde entonces ha sido impresionante. Según los datos de Ookla, que proceden de los usuarios de la aplicación Speedtest, la velocidad mediana de descarga en las conexiones 5G en el país alcanzó los 400 Mbps hace unos dos años, y se ha mantenido bastante constante desde entonces.

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De hecho, a pesar de la gran extensión geográfica del país, estos operadores brasileños también han avanzado en la expansión de la señal 5G a más lugares.

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Los progresos de Brasil son notables si se comparan con los de los cinco países vecinos más poblados: Colombia, Argentina, Perú, Venezuela y Bolivia.

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Esta expansión se debe a varios factores. En primer lugar, el regulador de las telecomunicaciones de Brasil, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), se esforzó desde el principio en liberar la banda de espectro de 3.5 GHz para 5G, en parte supervisando la distribución de millones de nuevas antenas de televisión que pudieran admitir señales 5G. Esto permitió a Claro, TIM, Vivo y otros empezar a comprar espectro 5G a partir de 2021.

Por supuesto, liberar espectro es sólo un primer paso. Para poner en marcha 5G, los operadores de red también deben comprar nuevas radios que puedan emitir señales 5G, y luego deben instalarlas en lo alto de sus torres de telefonía móvil. 

También en este aspecto los proveedores de redes móviles de Brasil muestran un avance sustancial: según una estimación, cada uno de los grandes operadores de red del país cuenta ahora con más de 10,000 emplazamientos de células 5G. Uno de ellos, Vivo, cuenta con casi 20,000.

No es tarea fácil. Por ejemplo, Telefónica Brasil -la empresa que opera la marca Vivo- gastó aproximadamente 9,000 millones de reales anuales (alrededor de 1,700 millones de dólares) en gastos de capital (CAPEX) en Brasil desde 2021, alrededor de 16% de sus ingresos totales de 2024. 

Aunque una parte no especificada de ese gasto de CAPEX también se destinó a la red de fibra de la compañía en el país, el dato es ilustrativo del efectivo necesario para construir y operar una oferta 5G expansiva.

En cualquier caso, los resultados de todo ese gasto están claros. El siguiente mapa muestra la intensidad media de la señal 5G de todos los proveedores de Brasil:

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Fase 2. Del despliegue a la monetización de la red

Ahora está claro que los operadores de Brasil están listos para entrar en lo que denominamos Fase 2 de 5G. La Fase 1 consistió en vender dispositivos compatibles con 5G, encender radios 5G y ampliar la cobertura 5G inicial. La segunda fase, por su parte, consiste en llevar la tecnología a nuevas áreas, más allá de las conexiones estándar de los smartphones.

¿Qué significa esto? Significa conseguir que 5G haga cosas que 4G no podría, al menos a escala industrial. Algunos ejemplos son las instalaciones de redes inalámbricas privadas, la fragmentación de redes y las redes inalámbricas fijas.

También en esto Brasil lleva ventaja. Lo más importante es que los operadores brasileños ya han introducido redes 5G con la versión autónoma (SA) de esta tecnología. 5G SA es diferente -y mejor- que la versión no autónoma (NSA) de 5G con la que empezaron la mayoría de operadores del mundo, porque no depende de la infraestructura 4G existente del operador. Esto, en parte, permite a los operadores de redes 5G SA lanzar servicios avanzados como el network slicing.

La fragmentación de la red dedica capacidad a servicios como las comunicaciones de seguridad pública o los vehículos autónomos. Esto significa que los usuarios de esos segmentos no pueden verse ralentizados por la congestión de la red entre los clientes habituales. TIM ya ha puesto en práctica este concepto con un segmento para transmisiones de vídeo en tiempo real.

Las redes inalámbricas privadas pueden considerarse otra parte de la Fase 2 de 5G. Las redes inalámbricas privadas son las que se compran y construyen para usuarios empresariales. Por ejemplo, un fabricante de automóviles podría utilizar una red inalámbrica privada para conectar todos sus robots dentro de un almacén.

También en este caso Brasil ha realizado progresos, en línea con otros mercados 5G avanzados a nivel mundial. El regulador Anatel asignó recientemente docenas de licencias en un puñado de bandas del espectro a aplicaciones empresariales privadas en sectores como la manufactura, la agricultura y la energía.

Quizá el ejemplo más impactante de la Fase 2 de 5G es el acceso inalámbrico fijo. La tecnología inalámbrica fija utiliza la tecnología 5G para ofrecer conexiones a Internet de alta velocidad en hogares y empresas, lo cual permite a los usuarios abandonar por completo los cables físicos. 

Esta tecnología podría tener implicaciones significativas para la población rural de Brasil, ya que los operadores de telefonía fija inalámbrica a menudo pueden llegar a las zonas rurales con mayor facilidad y a menor coste que los proveedores de cable. 

De hecho, según un estudio del Centro Regional de Estudios para el Desarrollo de la Sociedad de la Información (CETIC), sólo 41% de los hogares brasileños de las zonas rurales tienen acceso a Internet, frente a 89% de las zonas urbanas.

De nuevo, ya hay indicios de movimiento en este sentido: el operador regional de redes móviles Brisanet de Brasil, probó recientemente la tecnología inalámbrica fija 5G con miles de alumnos de escuelas públicas. En su informe financiero más reciente, Brisanet contaba con un total de 36.000 clientes de telefonía inalámbrica fija junto a sus 562,000 clientes de telefonía móvil. 

Claro y otros también han hecho ruido sobre la tecnología inalámbrica fija.

Para ser claros, la tecnología inalámbrica fija, la inalámbrica privada y la fragmentación de la red representan sólo la punta del iceberg de 5G. Las ciudades inteligentes, los servicios industriales de la Internet de las cosas (a través de la tecnología RedCap) y los vehículos autónomos son algunos de los muchos servicios que podrían funcionar a través de redes 5G avanzadas y expansivas en Brasil.

Y eso sin mencionar la Inteligencia Artificial (IA). Aunque todavía es pronto, no se sabe cómo podrían afectar las tecnologías de IA a los operadores de Brasil y al sector de las telecomunicaciones en general.

Dicho esto, hacer crecer el mercado de aplicaciones de Fase 2 en 5G no será fácil. Pero la industria 5G de Brasil tiene un arranque muy sólido.

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