Brasil adopta reglas de la OCDE sobre impuesto mínimo global: así impacta al sector TIC

La Receita Federal de Brasil publicó el 3 de octubre la Instrucción Normativa (IN) Nº 2.282/2025, que actualiza las reglas de la Contribución Social sobre la Renta Neta (CSLL) e incorpora a Brasil en el modelo de tributación mínima global definido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La medida modifica la IN Nº 2.228/2024 e incorpora las directrices internacionales aprobadas hasta julio de este año por el Inclusive Framework de la OCDE, en el marco del Pilar 2, que establece una tasa mínima efectiva del 15% sobre las ganancias de los grupos multinacionales con ingresos anuales superiores a 750 millones de euros.

Según la OCDE, el Pilar 2 busca “afrontar los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía, garantizando que los grandes grupos multinacionales paguen un nivel mínimo de impuestos en todas las jurisdicciones donde operan”.

El modelo responde a la erosión de la base tributaria y a la transferencia de beneficios, prácticas comunes entre grandes corporaciones digitales que trasladan resultados a países de baja tributación.

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La nueva norma brasileña detalla la aplicación de las Global Anti-Base Erosion Rules (GloBE) en el cálculo del Adicional de la CSLL, definiendo criterios de asignación de tributos sobre ganancias obtenidas en el extranjero y abordando entidades híbridas y transparentes, es decir, mecanismos utilizados para reducir la carga fiscal en estructuras internacionales complejas. Cabe destacar que no se alinea ni afecta la reforma tributaria, que trata de bienes de consumo.

Aunque tiene alcance general, la medida afecta especialmente a las Big Tech y empresas globales de tecnología y telecomunicaciones. Plataformas digitales, proveedores de Nube, servicios de streaming y marketplaces multinacionales (que concentran gran parte de sus ganancias en activos intangibles como software, algoritmos, datos y propiedad intelectual) entran en juego.

El texto también especifica que “las autorizaciones para el uso de radiofrecuencia y la prestación de servicios de telecomunicaciones se consideran activos tangibles elegibles”, lo que impacta directamente al sector de telecomunicaciones, armonizando el tratamiento fiscal de licencias y concesiones con los estándares de la OCDE.

En un contexto de creciente dependencia tecnológica y digital, la capacidad del Estado de definir autónomamente reglas de tributación sobre ganancias generadas por plataformas globales se convierte en un componente importante respecto a la soberanía, tan defendida por Brasil en los últimos tiempos.

Los cambios entran en vigor para los años fiscales iniciados en 2025 y complementan la Ley Nº 15.079/2024, que adaptó la legislación brasileña al acuerdo global de tributación mínima.