Banda C será vital para 5G, pero sigue la discordia con la industria satelital

La banda C (3.4 a 4.2 GHz) despierta una gran controversia en las discusiones sobre la distribución del espectro radioeléctrico. Ya fue un tema abordado en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2019 (CMR-19) y también lo será en la próxima reunión del 2023. La industria móvil está interesada en este espectro, pero los operadores satelitales no quieren soltarlo.

Para el desarrollo de 5G, “la banda C es clave porque ofrece un balance óptimo entre cobertura y capacidad, lo cual será vital para proporcionar una experiencia de servicio adecuada” en zonas urbanas y suburbanas, afirmó José Ayala, presidente del grupo de Espectro de GSA para la región en la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel).

En el marco de la 7ª Conferencia sobre la Gestión del Espectro en América Latina, Ayala señaló que los despliegues de redes de quinta generación en la banda C ya son una realidad, por lo que hizo un llamado a las autoridades de la región para que apoyen las acciones de armonización de este espectro, incluyendo los estudios de coexistencia.

De cara a la CMR-23, la región de las Américas tiene un punto de agenda para armonizar la banda de 3.3 a 3.8 GHz, lo cual representa “una gran oportunidad” para impulsar el ecosistema, pues un bloque entre 3.4 a 3.6 GHz ya se identificó para las telecomunicaciones móviles desde la conferencia de 2015, puntualizó.

Muchos países latinoamericanos ya están trazando procesos para asignar la banda de 3.5 GHz, un recurso que ha sido identificado como esencial para el despliegue de 5G que llegará a miles de millones de personas, como lo han hecho las generaciones móviles anteriores, expuso el también director de Relaciones de Gobierno e Industria de Ericsson para América Latina.

Por el contrario, el Vicepresidente de Estrategia de Espectro de Intelsat, Hazem Moakkit, advirtió que no se deben tomar decisiones a la ligera acerca del destino de la banda C, ya que se deben reconocer los derechos de los incumbentes en este rango y el valor que tienen los servicios satelitales para la sociedad.

En la región, explicó, la tendencia es que la banda se usa para bajar la programación satelital y transmitirla en sistemas de cable; es decir, en un modelo de negocios a consumidores, en una relación directa con los usuarios para quienes es importante dicho servicio.

Moakkit resaltó que cada país tiene una realidad con condiciones diferentes, por lo que será necesario un análisis especial en cada uno antes de querer aplicar un uso generalizado de la banda C para 5G, o adoptar medidas que se están tomando en otros mercados como el Reino Unido o Estados Unidos.

Además, comentó que en Estados Unidos se ha requerido un gran esfuerzo para despejar las frecuencias en la banda C que serán licitadas a 5G en diciembre de este año. Intelsat ha tenido que adquirir nuevos satélites, incurrir en costos y un trabajo de planeación, y aún así les preocupa que se dé una interferencia acumulada entre la industria satelital, 5G y los usuarios de gobierno en dicho espectro.

Por parte de las autoridades nacionales, en Colombia y Canadá no pierden de vista el potencial de la banda para el despliegue de redes de quinta generación, y están abiertas a valorar las formas de coexistencia entre los servicios satelitales y 5G.

Así lo dijeron Diana Morales, subdirectora de Gestión y Planificación de la Agencia Nacional de Espectro de Colombia, y Reema Hafez, directora de Planificación de Servicios Espaciales del Ministerio de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico de Canadá. Ambos países ya se encuentran consultando o estudiando el uso de las frecuencias de rango medio, y planean licitar la banda de 3.5 GHz en el 2021.