Publicado originalmente en el documento especial: El ajedrez de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2023
Varios de los puntos de agenda que se abordarán en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2023 atañen directamente a la industria satelital, porque de su definición depende cómo funcionarán los sistemas satelitales a largo plazo y las inversiones que harán.
Uno de los temas a tratar en la reunión es la identificación de las bandas de 3,300 a 3,400 MHz, 3,600 a 3,800 MHz, 6,425 a 7,025 MHz, 7,025 a 7,124 MHz y 10 a 10.5 GHz (punto de agenda 1.2) para los servicios móviles (IMT).
La Asociación Global de Operadores Satelitales (GSOA, por sus siglas en inglés) considera que el Reglamento de Radiocomunicaciones debe permanecer sin cambios respecto de la Banda C y la banda de 6 GHz, debido a que si se identifica su uso para los servicios móviles, éstos podrían generar interferencias con la tecnología satelital.
En un documento de posicionamiento, la GSOA advierte que los países de las Américas dependen en gran medida de los servicios satelitales fijos que usan la banda de 3,600 a 3,800 MHz para respaldar servicios críticos, que no pueden proporcionarse de manera tan confiable o en absoluto por otros medios.
Por ejemplo, se emplea para aplicaciones y sectores verticales de la industria, como servicios de radiodifusión, backhaul y troncales para operadores móviles virtuales y empresas de telecomunicaciones.
La industria satelital ya ha desplegado “un gran número de estaciones terrenas, incluidas terminales bidireccionales y de sólo recepción, en escenarios de empresa a consumidor (…). Tienen planes a largo plazo e intereses comerciales para el uso de 3,600-3,800 MHz (espacio-Tierra) tanto para operaciones existentes como para futuros sistemas satelitales”, destaca la GSOA.
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Además, la industria satelital se opone a identificar la banda de 3,400 a 3,600 para IMT en la Región 2, ya que plantea que las tendencias de asignación de espectro muestran que hay otras formas en las que los operadores móviles pueden tener 300 MHz de ancho de banda contiguo para satisfacer las necesidades de las redes 5G.
Respecto de la banda de 6 GHz, GSOA coincide con la Dynamic Spectrum Alliance en que la convivencia en armonía entre los servicios móviles y los actuales usuarios de este espectro no está probada, e incluso señala que los estudios han demostrado una interferencia excesiva aun cuando la densidad de los servicios móviles es muy baja.
Por el contrario, la GSOA plantea como mejor opción la identificación de espectro IMT en bandas por encima de 24 GHz, dado que estas frecuencias son más factibles para el desarrollo de casos de uso en puntos críticos de capacidad en escenarios urbanos.
Otros temas relevantes que se discutirán en la CMR-23 en torno a los servicios satelitales contemplan el estudio para permitir la utilización de redes de satélites del servicio fijo para el control y las comunicaciones sin carga útil de sistemas de aeronaves no tripuladas; así como la armonización a escala mundial de la banda de frecuencias 12.75 a 13.25 GHz por las estaciones terrenas a bordo de aeronaves y barcos que se comunican con estaciones espaciales geoestacionarias del servicio fijo por satélite.
Sin duda, la disputa por las bandas medias será una de las discusiones más arduas de la conferencia.
El sector satelital tiene intenciones comerciales para explotar la Banda C, sobre todo porque la Banda Ka o Ku ya son ampliamente usadas por los sistemas satelitales y no serán suficientes para el despliegue futuro de sistemas de órbita de satélites geoestacionarios (OSG) y de órbita de satélites no geoestacionarios (NGSO).