Las inversiones en nuevas empresas de tecnología cuántica crecieron al punto de alcanzar su máximo nivel histórico en 2022, cuando se desembolsaron 2 mil 350 millones de dólares.
El valor muestra el potencial del mercado pero, al mismo tiempo, presenta un contrapunto: la cifra es apenas 1 por ciento más alta que la registrada un año atrás. Respecto de la segmentación, McKinsey & Company registró que más de 75 por ciento del dinero corresponde a jugadores de la computación.
En otra conclusión de su Quantum Technology Monitor, la consultora dio cuenta de que la creación de nuevas empresas (el estudio habla de startups) no siguió el ritmo de las inversiones, pues sólo se fundaron 19 compañías de este tipo en 2022 contra 41 en 2021.
Esta realidad encuentra tres causas posibles: talento concentrado en firmas ya en funcionamiento, número limitado de casos que ya está suficientemente desarrollado y/o que los inversores prefieran involucrar su dinero en proyectos más avanzados.
Aunque bajo distintas concepciones, compañías del mundo tecnológico han decidido participar activamente de la carrera cuántica, una lucha multipropósito y con final abierto.
La disputa se inicia bajo un factor común: los involucrados entienden la computación cuántica como una tecnología emergente que será clave para resolver problemas demasiado complejos (IBM), incluso “los mayores del planeta” (Microsoft) y participar es, para algunos, apostar a lo seguro.
Movimientos cuánticos
IBM
“Somos exploradores, estamos trabajando en explorar los límites de la informática”, defendió IBM como introducción de su renovado roadmap cuántico.
Esa evolución, que inició con la colocación de la primera computadora cuántica en la Nube en 2016, tuvo su más reciente hito cuando la compañía prometió un sistema de 100 mil cúbits para 2033.
Para lograrlo, ya está trabajando con la Universidad de Tokio y la Universidad de Chicago, con el ojo puesto en “abordar algunos de los problemas más apremiantes del mundo, que incluso con las supercomputadoras más avanzadas de la actualidad tal vez nunca se puedan resolver”.
Como paso previo, la firma presentó su IBM Quantum Osprey de 433 cúbits en noviembre de 2022.
“Hace tres años, nuestras computadoras cuánticas fueron las primeras en demostrar una tarea computacional en la que se superaron a las supercomputadoras más rápidas”, aseguró Google para luego anunciar su último “gran paso” en la materia: los investigadores de Quantum AI demostraron de forma experimental que “es posible reducir los errores aumentando la cantidad de cúbits”.
La firma celebró el hito por el que demostró que un cúbit lógico creado a partir de 49 cúbits físicos pudo superar a otro hecho con 17 cúbits.
Microsoft
“Juntos podemos comprimir los próximos 250 años de química y ciencia de los materiales en los próximos 25”, indicó Satya Nadella, CEO de Microsoft, en un comunicado en el cual la firma celebró un avance físico en materia cuántica.
Es que, según confirmó la American Physical Society, la compañía demostró la capacidad de crear y controlar mejorana, partícula fundamental para la generación de cúbits.
Quantinuum
En noviembre de 2021 se anunció oficialmente la conformación de Quantinuum, firma surgida de la combinación de Honeywell y Cambridge Quantum.
“A través de su impresionante escala y liderazgo tecnológico comprobado en hardware cuántico, software e investigación y desarrollo, la resultante dará forma al futuro de lo que se proyecta se convertirá en una industria de un billón de dólares en las próximas décadas”, confió la resultante tras recibir luz verde regulatoria para su creación.
La compañía anunció en las últimas semanas el lanzamiento del System Model H2, al que consideró “el ordenador cuántico de mayor rendimiento jamás construido”.
Cualquier padrón en la materia resulta injusto e incompleto, pues son muchas las firmas tecnológicas que han puesto sus ojos sobre el mundo cuántico, que al mismo tiempo encuentra a diario espacio en portales especializados por sus avances constantes.
¿Algunas otras? Intel, Alibaba, AWS (Amazon Web Services) o la propia IonQ. La lista sigue, dejando en claro que la lucha cuántica contará con tantos actores como el mercado (y la humanidad) demande.