Jorge Fernando Negrete, Reforma
“Nos están atacando y nos están matando”, señalaba por radio un agente de seguridad en Aguililla, Michoacán. ¿Resultado? 13 elementos muertos. ¿Fueron escuchados estos elementos? ¿La tecnología ayudó en su favor? No.
¿Tenemos Agenda Digital para la seguridad pública? No. ¿Las telecomunicaciones habilitan el ejercicio de derechos fundamentales? Sí. ¿Las telecomunicaciones son estratégicas para apoyar la política pública y las acciones en materia de seguridad pública? Sí. ¿El Estado es el garante de la seguridad pública y se comparte con Federación, estados y municipios? Sí. ¿Trabajan coordinados con cuerpos de seguridad pública? No. ¿Los fines de la seguridad pública son proteger la vida, las libertades, los derechos ciudadanos, la integridad y el patrimonio de las personas, preservar el orden y la paz? Sí. En consecuencia, el uso de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones son un recurso poderoso para preservar vidas, libertades y esfuerzos de coordinación pública.
Más preguntas. ¿Qué tecnologías? ¿Es la más segura y eficiente? ¿Es interoperable? ¿Es un estándar internacional? ¿Es un éxito en operaciones tácticas, estratégicas, críticas? ¿Evoluciona tecnológicamente con éxito? En suma, ¿la armonización de políticas públicas en materia de seguridad se logra? No. ¿Por qué no tenemos una Agenda Digital para la Seguridad Pública?
Algo grave pasa cuando se habla de la materia con especialistas y funcionarios públicos que conocen este sector. Se advierten ceños fruncidos, respuestas dubitativas o pasan del enojo a la frustración. No conozco a nadie con acceso a esta materia que no cuestione la eficiencia de la Red Nacional de Radiocomunicación. Ésta provee comunicación de misión crítica a cuerpos de seguridad y protección del Estado. Interconecta al Ejército, Marina y es la base de comunicaciones seguras de la Guardia Nacional.
¿Tetrapol o P25? Desde hace 20 años un estándar tecnológico lidera la “seguridad” del país: Tetrapol. En diversas ocasiones revistas como Proceso, periódicos nacionales y locales han señalado intereses y preocupación sobre esta tecnología que parece, colonizó con éxito un discurso de “seguridad pública”. Esa tecnología está vinculada con el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y los ex presidentes Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. No resolvieron la problemática.
¿Máximo apoyo del Senado? ¿A quién? La Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Senadores, que preside el senador Miguel Ángel Mancera, propuso un punto de Acuerdo mediante el cual exhorta al “Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a que el proceso de modernización de la Red Nacional de Radiocomunicación se base en la racionalidad, sea incluyente, transparente y no ponga en riesgo la Unidad de Movilidad Territorial de la Red”. Señala que “en caso de una sustitución, el Estado Mexicano tendría que asumir una pérdida de 5.4 mil millones de pesos, que es el valor histórico de la Red Nacional de Radiocomunicación”, y que “las redes nacionales de radiocomunicación forman parte del patrimonio público de una nación por las grandes inversiones”. ¿Por qué la prisa del Senado y de Mancera?
El exhorto es una instrucción para no mover lo que existe, porque es caro y es patrimonio nacional. Nada es caro para salvar vidas. La infraestructura tecnológica, si es obsoleta, no es útil y no es patrimonio nacional.
¿Hay algo mejor? ¿Interoperable, con múltiples proveedores, competitivo y escalable? Sí y la subsecretaria Salma Jalife también lo piensa. Por eso evalúa con visión de Estado y principios, las alternativas tecnológicas para la Red Nacional de Radiocomunicación.
“La seguridad debe permanecer sometida a la ley de la libre competencia”, decía Molinari, y “sólo la libertad puede hacer segura la seguridad”, recordaba Popper.
La libertad de competir, innovar y la apertura a redes de nueva generación necesitan con urgencia una política y una Agenda Digital para la seguridad pública.
Presidente de Digital Policy & Law