Hace unos años, el cineasta Sergio Arau dirigió la película “Un día sin mexicanos”. En esta historia, los mexicanos que trabajaban en California desaparecen misteriosamente, sin dejar huella. La ausencia de mexicanas y mexicanos evidenció aún más que tan necesarios son para la economía de nuestro vecino en el norte y mostró el sinfín de problemas causados por su desaparición, destacando la importancia que cada uno de estos mexicanos tenían en la comunidad y que muchos daban por sentado.
Un día sin Wi-Fi no es una ficción.
Cuando en esta época de pandemia, por alguna razón nos hemos quedado sin acceso a Internet en nuestras casas, generalmente provisto mediante Wi-Fi, ha sido un caos: no hay escuela, no hay trabajo y no hay entretenimiento.
Como alternativa, nos vemos obligados a utilizar el servicio de la telefonía móvil y activamos nuestros teléfonos para volverlos un hotspot local y compartir su capacidad, por supuesto vía Wi-Fi. Pero sabemos bien que esto no es sostenible, pues consumimos la capacidad de datos velozmente y tenemos que pagar significativamente más por el servicio.
Wi-Fi es igualmente relevante cuando salimos de casa. Lo primero que buscamos cuando llegamos a un restaurante, museo, centro comercial, biblioteca y tantos otros lugares es una red de Wi-Fi pública con velocidad suficiente. Es decir, es una necesidad poder contar con acceso a Internet mediante Wi-Fi tanto en condiciones de aislamiento como cuando tengamos la fortuna de restablecer nuestras actividades cotidianas, interactuando socialmente fuera de nuestras casas.
Es por ello por lo que no sólo los negocios invierten en redes de Wi-Fi público, también lo hacen los gobiernos de las ciudades y municipios preocupados por garantizar el acceso a las comunicaciones de la población.
De igual forma, nuestro nuevo estilo de vida nos ha llevado a tener un mayor número de dispositivos conectados a Wi-Fi. Al tratarse de una tecnología inalámbrica, genera conflictos con el uso de los canales utilizados, la latencia y la velocidad, lo que puede tener efectos en nuestras actividades.
Esto pasa en todo el mundo, de ahí que decenas de gobiernos han decidido o están considerando otorgar más espectro para Wi-Fi.
El espectro libre para Wi-Fi no se ha incrementado en más de 10 años
Wi-Fi apareció en el mercado en 1997 como el estándar inalámbrico IEEE 802.11. Desde entonces, ha utilizado espectro de uso libre, esto es, espectro que puede utilizarse sin tener una concesión o licencia.
Su operación se basa en respetar niveles de potencia y ciertos parámetros de operación y contar con productos compatibles con el estándar que, por cierto, va desarrollándose con compatibilidad con las versiones anteriores (backwards compatible).
La primera banda utilizada para Wi-Fi fue 2.4 GHz en 1997, con canales de 20 MHz y velocidades máximas teóricas de 2 Mbps. Para 2003, la velocidad teórica había crecido hasta 54 Mbps, pero fue hasta 2009 que surgió una nueva versión del estándar IEEE 802.11n (Wi-Fi 4), la cual permite utilizar parte de la banda de 5 GHz y la banda de 2.4 GHz, con canales de 20 y 40 MHz, con velocidades teóricas máximas de 600 Mbps.
Como bien sabemos, estas velocidades son ideales, pues en la realidad las condiciones dependen del número de dispositivos conectados, la cercanía con el router, la construcción en la cual nos encontremos, entre otros aspectos; ello sin demérito de la capacidad de la red de acceso fijo.
En 2019 surgió la nueva versión del estándar IEEE 802.11ax, conocida como Wi-Fi 6. Esta nueva versión se enfoca no sólo en lograr una mayor velocidad de hasta 10 Gbps, también incorpora diversos avances técnicos para lograr una red mucho más confiable y eficiente.
Wi-Fi 6 permite ofrecer el uso bidireccional de canales de 20, 40, 80 y 160 MHz, la conexión simultánea de múltiples dispositivos de alta velocidad y, al mismo tiempo, de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) de menor velocidad y con menores requerimientos de ancho de banda.
Para aprovechar al máximo la capacidad de esta versión del estándar, diversos gigantes de la industria TIC, como Facebook, Apple, Intel y Microsoft, entre otros, abogan por el uso de una nueva banda de espectro libre, la banda de 6 GHz (5,925-7,125 MHz). La versión del estándar que opera en esta banda se conoce como Wi-Fi 6E.

“No sólo los negocios invierten en redes de Wi-Fi público, también lo hacen los gobiernos de las ciudades y municipios preocupados por garantizar el acceso a las comunicaciones de la población.”
— Fernando Borjón —
Con Wi-Fi 6E no sólo se trata de evitar los problemas de interferencia y congestión de redes a raíz del offloading de redes móviles, manejar varios dispositivos conectados simultáneamente sin que decaiga la velocidad y la latencia, sino también del potencial para desarrollar nuevas aplicaciones y servicios.
Algunas de las aplicaciones que crecerán son la Realidad Aumentada y Virtual (AR/VR), así como los dispositivos ligeros de muy baja potencia que se pueden incorporar a la ropa o a nosotros mismos, los wearables.
Asimismo, tiene la capacidad de manejar el ancho de banda utilizado por dispositivos IoT que se encuentren en las casas, o bien manejar televisiones con resolución 8K.
Como sabemos, el crecimiento del estándar es progresivo, poco a poco se van incorporando más usos.
El primer paso ya se está dando con los dispositivos que conocemos para operar dentro de la casa, routers, smartphones o tablets. Los desarrollos continúan para ser utilizados en exteriores, pudiendo ser aplicados para generar redes inalámbricas para servir comunidades rurales, en tanto se garantice la compatibilidad con los servicios existentes.
Este aspecto es fundamental para Wi-Fi 6E. En la banda ya existen otros servicios operando, en particular los satelitales y de enlaces fijos que requieren de protección para no ser afectados. Si bien la discusión parece nueva, la realidad es que el tema de compartición entre servicios existentes en la banda de 6 GHz con redes radioeléctricas de área local (RLAN), como las que operan con Wi-Fi, se ha venido estudiando activamente en el mundo.
En particular, en el marco de los trabajos de la CEPT[1] y la FCC[2] se han realizado diversos estudios que garantizan la compatibilidad entre estos servicios. A mayor abundamiento, la Dynamic Spectrum Alliance[3] presentó estudios de compatibilidad con servicios satelitales en México, durante la reciente consulta de integración realizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Discusión internacional
Las discusiones para permitir el uso de la banda de 6 GHz con Wi-Fi 6E u otras tecnologías de espectro libre se están dando en el mundo. En el caso del continente americano, Estados Unidos, Chile, Brasil, Guatemala y Honduras ya han optado por permitir el uso de la totalidad de la banda de 6 GHz como espectro libre.
México, Canadá, Costa Rica, Argentina, Colombia y Perú se encuentran en proceso de estudio para definir el futuro del uso de la banda de 6 GHz.
Figura: Avance en la adopción de la banda de 6 GHz como espectro libre que habilita Wi-Fi 6E (Fuente: Wi-Fi Alliance: https://www.wi-fi.org/countries-enabling-wi-fi-6e.
Cabe recordar que de los 1,200 MHz que constituyen la banda de 6 GHz, la Unión Internacional de Telecomunicaciones tiene en estudio únicamente 100 MHz de la parte superior de la banda para tecnologías IMT para el continente americano. Sin embargo, como se observa del párrafo anterior, existen países que ya han optado por abrir toda la banda al uso libre y aprovechar las oportunidades que se desprenden del uso de Wi-Fi 6E.
Un elemento central para esta discusión es el beneficio que la tecnología aporta a la sociedad. Para el caso de México, el Dr. Raúl Katz y Fernando Callorda realizaron el estudio “Estimación del valor económico del uso no licenciado de la banda de 6 GHz en México”. Conforme a ello, se proyecta un valor económico por la adopción de 1,200 MHz para México entre 2021 y 2030 de 150.27 mil millones de dólares.
El próximo 22 de abril a las 9 de la mañana, Access Partnership y la Internet Society (Isoc) llevarán a cabo el evento “Wi-Fi 6: perspectivas y oportunidades para México”, cuyo registro es gratuito https://register.gotowebinar.com/register/8629049032845106958.
En el evento revisaremos los beneficios económicos que se desprenden de un mayor acceso a Internet mediante la nueva generación de la tecnología Wi-Fi, Wi-Fi 6 y contaremos con la presencia del Dr. Katz para comentar sobre su estudio.
Asimismo, participarán Martha Suárez, presidenta de Dynamic Spectrum Alliance, quien señalará el potencial que tiene el espectro de la banda de 6 GHz; Christopher Szymanski de Broadcom, para comentar sobre los dispositivos Wi-Fi 6 que cambiarán la experiencia del usuario; Shernon Osepa de ISOC, para destacar la relevancia de contar con un acceso oportuno y seguro a Internet, mientras que, por mi parte, presentaré los avances en la adopción de 6 GHz como espectro libre en el mundo.
Contaremos también con las distinguidas participaciones de Adolfo Cuevas Teja, comisionado Presidente Interino del IFT y de Sóstenes Díaz González, comisionado del IFT, quienes nos darán el punto de vista del regulador en materia de telecomunicaciones de México.

[1] CEPT Report 73 Report A: Assessment and study of compatibility scenarios for WAS/RLANs in the band 5925-6425 MHz. Disponible en: https://docdb.cept.org/download/0d0696a1-89ae/CEPT%20Report%2073.pdf.
CEPT Report 75 Report B: Harmonised technical parameters for WAS/RLANs operating on a coexistence basis with appropriate mitigation techniques and/or operational compatibility/coexistence conditions, operating on the basis of a general authorization. Disponible en: https://docdb.cept.org/download/aefb853d-8780/CEPT%20Report%2075.pdf.
[2] Report and Order and Further Notice of Proposed rulemaking. Disponible en: https://docs.fcc.gov/public/attachments/FCC-20-51A1.pdf.
[3] Contribución de DSA al IFT en la Consulta Pública de Integración del “Cuestionario sobre la banda de frecuencias 5925-7125 MHz”. Disponible en: http://www.ift.org.mx/sites/default/files/industria/temasrelevantes/consultaspublicas/documentos/20210119-cpi6ghz2020-185.pdf.